Mariana Aylwin y reforma en N. Mayoría: "Hay un intento totalitario de callar a un sector"

SANTIAGO.- La ex ministra de Educación Mariana Aylwin (DC) consideró que en el marco de la actual discusión de las reformas impulsadas por el Ejecutivo, se ha instalado desde el discurso público una imagen que implica "un descrédito muy grande" de la actividad privada en el sector.

"Se instaló la imagen de que todos los sostenedores de establecimientos son negociantes y abusadores", afirmó, en declaraciones al canal CNN Chile.

La ex titular de Educación también rechazó las críticas lanzadas por dirigentes de otros partidos de la Nueva Mayoría, entre ellos el parlamentario Fulvio Rossi (PS), en torno a la relación entre personalidades de la Democracia Cristiana y la gestión de establecimientos.

En este plano, consideró que buscar "reducir la opinión de la DC suponiéndole conflictos de intereses es lo más totalitario que hay".

"Lo que hay es un intento totalitario de callar a un sector que tiene una opinión distinta de cómo hacer esta reforma para implementarla en el Congreso", insistió.

Del mismo modo, contradijo declaraciones hechas en Europa por la Presidenta Michelle Bachelet, en cuanto a que existiría una "campaña del terror" lanzada por opositores a la reforma.

"No creo que sea una campaña del terror reconocer que se van a cerrar colegios. Van a cerrar, otros pasarán a particulares pagados. No creo que sea masivamente, pero los que van a quedar en el sistema con el proyecto actual lo harán porque no tienen otra posibilidad", declaró.

"Hay una 'moralina' nueva"

Aylwin también llamó a la Mandataria a "ejercer un liderazgo mayor para ordenar a la Nueva Mayoría" en la discusión de los cambios propuestos en Educación.

En este plano, deploró "la forma en la que se ha tratado a la DC en este gobierno y a las personas que hemos hecho planteamientos para mejorar los proyectos".

"Estoy a favor de que se termine el lucro, pero no de esta manera ni con estos plazos", aseveró.

La ex ministra también respaldó las manifestaciones organizadas por apoderados agrupados en la Confepa, que consideró "legítimas".

"Es un intento de descalificación cuando se empieza a suponer que están manejados por otros intereses. Hay una especie de 'moralina' nueva de un sector que se siente muy 'progresista' y dueño de la verdad", advirtió.