SANTIAGO.- Una nueva crítica se sumó a la reforma educacional que se discute en el Senado. Esta vez fue el turno del cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati, quien tras la segunda jornada del Congreso Nacional de Educación Católica, aseguró que "no deja indiferente a nadie, ya que a veces pareciera no tener rumbo, o un rumbo que pareciera no tener claro de dónde se arranca y hacia dónde se orienta”.
El cardenal afirmó que "llama la atención que los ejes fundamentales tengan que ver con lo económico más que con lo educativo". En esa línea, sostuvo que "la polémica a la que asistimos cada día es índice del descontento frente a propuestas parciales y fragmentarias. En ocasiones posturas intrascendentes y periféricas al hecho educativo, muchas veces marcadas por ideologías cerradas al diálogo".
Sobre la fuerte discusión que se ha desarrollado entre los senadores de oposición y gobierno, Ezzati dijo, según consigna La Segunda que "la presencia simultánea de matrices culturales diversas podría ser una fuente de mutuo enriquecimiento. Sin embargo, muchas veces la soberbia y la intransigencia transforman esta realidad rica en un problema y en una amenaza a la cohesión civil y a los derechos de las personas y de los grupos".
Asimismo, destacó la importancia del rol de la Iglesia, asegurando que "son muchos quienes esperan de nosotros un liderazgo claro y público, valiente, que sepa defender y poner al centro del hecho educativo a la persona humana y a su desarrollo integral".
Esto se suma a las declaraciones que hizo ayer el presidente del área de Educación de la Conferencia Episcopal, monseñor Héctor Vargas, quien detalló que trabajan 52 indicaciones con el gobierno para modificar el proyecto de ley que pone fin al lucro, copago y selección.