SANTIAGO.- Tímidas y sosegadas se han mostrado hoy en sociedad dos nuevas tigresas blancas, de 18 y 24 meses de edad que hace un mes fueron adquiridas por el Zoológico Nacional y que a partir de ahora vivirán junto a otras dos tigresas de la instalación en Santiago.
"Frida" y "Leyna", de 160 kilos cada una, llegaron a Santiago el pasado mes de octubre provenientes del Zoológico Bubalco de Río Negro, Argentina, donde nacieron en cautiverio.
Aunque hoy se mostraron vergonzosas y apacibles, el director del Parque Metropolitano de Santigo, Mauricio Fabry, aseguró que son juguetonas, tal y como corresponde a su temprana edad.
"Observándolas se puede ver que tienen una conducta muy distinta a las dos tigresas adultas", sostuvo Fabry que aseguró que ambas felinas se están aclimatando muy bien a sus nuevos recintos.
"Están justo empezando a salir y mostrarse, a veces se esconden detrás de un árbol pero cada día se acercan más a la gente", aseguró la directora del Zoológico Nacional, Alejandra Montalba.
Según la representante de las instalaciones, el objetivo de esta nueva adquisición es mostrar al público las diferencias entre un tigre blanco y el resto de los tigres de coloración normal.
El tigre blanco es una variación genética anormal del tigre de Bengala, que nace sin la coloración naranja que caracteriza a la especie.
El primer ejemplar de esta variante fue capturado en 1951 en las junglas de Rewa (India) por el Maharajá de Rewa, quien disparó a una hembra adulta y a sus cuatro cachorros a excepción de uno de ellos, que era totalmente blanco.
"Todos los tigres blancos que hay en los zoológicos son descendientes de ese primer felino capturado en la India", destacó Fabry.
Y es que la peculiar coloración de su pelaje les haría muy visibles y no les permitiría camuflarse ni cazar, por lo que estas magníficas criaturas no sobreviven en la naturaleza.
En este momento las dos felinas ocupan un mismo recinto y se están conociendo la una a la otra, creando un vínculo afectivo entre ellas.
En el próximo mes de marzo ambas tigresas se mudarán a un nuevo recinto junto con las dos otras felinas del zoológico.
Un recinto sin rejas que permitirá que los niños puedan observarlas más de cerca, que además contará con distintas piscinas y árboles para que las felinas se sientan más cómodas.