SANTIAGO.- Pedro Quinteros, el niño de 12 años que recibió un trasplante de corazón artificial, por fin hoy pudo abandonar la clínica donde estuvo internado por más de tres meses, en los cuales pasó por complejos momentos que hicieron temer por su vida.
En una emotiva despedida, en la que estuvo acompañado por sus padres y personeros de gobierno, como la inistra de Salud, Helia Molina, el menor dejó la clínica Las Condes entre aplausos de parte de los funcionarios.
El niño se veía feliz y recuperado al poder regresar por sus propios medios a casa. Deberá usar el corazón artificial hasta que aparezca un órgano compatible con su condición.
"Estamos felices, porque Pedrito puede irse y hacer una vida normal."Nos sentimos orgullosos del alta de Pedrito, a la espera de un trasplante definitivo", señaló la ministra de Salud, Helia Molina.
Quinteros conmovió tras su larga hospitalización de urgencia, período en que fue sometido a tres trasplantes de corazón fallidos.
Con su corazón artificial, que por primera vez se implanta en un niño en Chile con una enfermedad cardíaca congénita, ahora podrá hacer una vida prácticamente normal, según explicó el doctor Cristián Baeza, cardiocirujano de la clínica y uno de los especialistas que participó de la operación.
El sistema "miniaturizado" que se le implantó es un soporte de asistencia ventricular, llamado HeartMate II (fabricado por Thoratec Corporation) que suple la función del ventrículo izquierdo, bombeando la sangre continuamente.
"Esto le permitirá al paciente salir del medio hospitalario y hacer una vida relativamente normal", señaló Baeza. De hecho, hay caso de pacientes con este tipo de tecnología que han estado hasta ocho años utilizándolo, a la espera de encontrar un órgano definitivo.