SANTIAGO.- El jefe del comité de senadores de la UDI, Hernán Larraín, se sumó a las críticas realizadas al Gobierno por su intento de acelerar la discusión de la reforma educacional en la Cámara Alta y acusó que esa intención busca evitar el rechazo ciudadano y el debate de la iniciativa.
Al respecto, Larraín manifestó su rechazo a la postura del Ejecutivo de despachar el proyecto de inclusión escolar antes del 31 de enero y recordó que de aquí a esa fecha hay cinco semanas legislativas pendientes. "Se quiere despachar un proyecto complejo, difícil, en cinco semanas de trabajo legislativo, eso es inaceptable", dijo.
"Y las razones que lo explican son muy simples de entender, porque se trata de un mal proyecto y se tiene temor a su debate y a que ocurra lo mismo que pasó en la reforma tributaria, que mientras más se debatió, peor se encontraba el proyecto por los propios partidarios del Gobierno", agregó.
Asimismo, aseguró que desde el Ejecutivo "quieren aprobar este proyecto durante el periodo de vacaciones escolares para así evitar el rechazo de profesores, de estudiantes, de sostenedores, que ha sido la movilización más grande de este año".
"Es decir, quieren apurar este debate porque le tienen miedo a conocer la opinión de sus propios partidarios", concluyó.
Además, Larraín también se refirió al acuerdo entre el Colegio de Profesores y el ministerio de Educación, con la firma de un protocolo de acuerdo en torno a los cinco puntos de la agenda corta planteada por el magisterio, particularmente, a la deuda histórica y recordó que "desde hace muchos años estamos peleando para que el gobierno reconozca la deuda histórica de los profesores".
"Estamos muy contentos de saber que el Gobierno de la Presidenta Bachelet, quien en su gobierno anterior, rechazo este reconocimiento, ahora haya cambiado de opinión y estén dispuestos a instalar una mesa técnica para compensar el daño que han sufrido los profesores por el no pago de las asignaciones entre el 1981 y 1991", indicó.