SANTIAGO.- Una posible filtración de datos sería la causa principal que ayudó en la emboscada a un vehículo de Gendarmería mientras se trasladaba a 19 reclusos desde la cárcel Colina Dos, que ocasionó la fuga de un reo cuyo paradero aún se desconoce.
Los hechos ocurrieron la noche del jueves, cuando el grupo de internos iban rumbo a la Zona de Seguridad y Tránsito, en el penal Santiago I, para luego ser trasladados a otros recintos penales. De esta forma, dos irían a La Serena, cuatro a Rancagua, dos a Concepción, cuatro a Puerto Montt, cinco a Valdivia y dos se quedarían en la capital.
Fue ahí cuando una camioneta blanca Fiat Fiorino interceptó al carro penitenciario con tres personas en su interior. En ese momento, los ocupantes del vehículo menor atacaron con disparos a los gendarmes, lo que ocasionó la fuga de cinco reos, de los cuales cuatro fueron capturados.
Aún sigue libre Nelson Patricio Navarrete Jorquera, quien cumplía una condena a 10 años de presidio efectivo –la que había comenzado en 2008- por el delito de robo con intimidación, e iba a ser enviado a la cárcel El Manzano de Concepción.
De acuerdo a lo informado por El Mercurio, Gendarmería maneja dos hipótesis sobre cómo los ocupantes del Fiorino se enteraron del traslado: una posible filtración de la información reservada por parte del personal a los reos o que los cómplices siguieron el carro con los reclusos.
Según explica el coronel Juan Manríquez, "estamos investigando si se aplicaron los procedimientos de traslado de internos, y qué facilitó el intento de fuga, si esto obedeció a una reacción espontánea a causa del traslado o una acción planificada".
El operativo de traslado habría sido decretado 24 horas antes de su ejecución, aunque los funcionarios de los centros penitenciarios se enteran recién tres o cuatro horas antes, para evitar las filtraciones.