EMOLTV

El mecanismo de Correos para evitar engaños en las cartas al Viejito Pascuero

El 26 de noviembre comenzó la tradicional campaña de Navidad que busca apadrinar a un menor con un presente. Aquí, mostramos cómo es el proceso de selección y lectura de las cartas antes de que encuentren un padrino.

06 de Diciembre de 2014 | 11:41 | Por Ramón Jara A., Emol

SANTIAGO.- En enero de 2006, Aída Vergara Pinto se hizo conocida en todo Chile. Su nombre apareció en los noticiarios, diarios y portales informativos. La razón: logró engañar al Viejo Pascuero en la campaña de Navidad de CorreosChile, enviando más de 100 cartas con la intención de conseguir la mayor cantidad de regalos posible.


Y le resultó: historias como la de una madre ciega, niños con síndrome de Down e hijos cuyos padres se encuentran sin trabajo, emocionaron a quienes acudían a las oficinas de Correos con la intención de apadrinar a un menor y entregarle un presente navideño. Esa vez, fueron los vecinos quienes denunciaron a la mujer al ver un desfile de televisores o bicicletas llegando a su casa. Tras ello, Aída Vergara debió entregar los regalos a las Aldeas SOS y ofrecer disculpas públicas.


Casos como éste llevaron a CorreosChile a endurecer sus controles y crear un sistema que permita verificar los casos de fraude y también garantizar a quienes quieran sumarse a esta campaña que las cartas seleccionadas son verídicas.


Según explica a Emol Dayán Guzmán, encargada de Comunicaciones de la Campaña de Navidad 2014 de CorreosChile, la compañía trabaja desde hace 15 años con voluntarios del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), quienes se encargan de leer y revisar todas las cartas que llegan a los buzones de la compañía. A ellos se suman jóvenes estudiantes que llegan espontáneamente una vez que han salido de vacaciones.


Natalia Moreno, quien lidera la campaña en Santiago, comenta que "ya es familiar tener a Senama acá, ellos están siempre dispuestos a venir, y juntamos para este año a 45 personas". Los voluntarios se organizan por turnos para leer las cartas que van llegando durante el día. Además de ellos, personal de CorreosChile también dedica parte de su tiempo para trabajar en esta campaña.


El proceso contempla una serie de filtros, ya que todas las cartas son leídas, por lo que no se deja a disposición del público ninguna carta que no haya sido revisada previamente. Luego, éstas pasan por un filtro de duplicidad, es decir, sólo se acepta una carta por niño, por lo que las sobrantes son desechadas.


A continuación, se leen las cartas y se apartan organizadamente en una serie de cajas: hay una para aquellas que piden regalos que no son para niños y no están dentro del espíritu de la campaña, como tablets o smartphones; otra para las que no son escritas por menores; las que no cuentan con la totalidad de los datos (nombre, dirección y teléfono de contacto); u otra de niños que son de regiones pero llegan a Santiago, las que son derivadas a la oficina de Correos de la ciudad respectiva.


También hay que tener cuidado con las historias falsas. Por ejemplo, Natalia Moreno explica que "hay gente que escribe muchas fatalidades y después piden una tablet. Esas cartas no las tomamos en cuenta".


Asimismo, CorreosChile realiza una verificación de existencia de domicilios, para cerciorarse de que éstos sean reales. Todas las cartas, además, tienen un código de barras o TAG, por lo que son digitalizadas por una empresa proveedora, logrando así tener un registro de cada una. Son los voluntarios los encargados de llenar las fichas con el nombre, dirección y número de teléfono, para luego digitalizar las misivas.


"Queremos que todos estén tranquilos y sepan que hay muchas personas trabajando y velando para que las cartas sean fidedignas y de niños que realmente lo necesitan", dice Dayán Guzmán.


Finalmente, después de todo ese proceso, las cartas son depositadas en las diversas cajas dispuestas por Correos en sus sucursales (que se pueden ver aquí). Asimismo, se dispuso un portal web que se va actualizando constantemente con cartas de niños de la Región Metropolitana. Se recalca que sólo se entrega la dirección y teléfono de los niños cuando se elige la opción de entrega personal del regalo en el domicilio, caso en el que el padrino deberá dejar su RUT.


Los padrinos también tienen la opción de que el regalo sea entregado por la empresa postal, aunque la idea de esta campaña es que las personas puedan conocer personalmente a los pequeños favorecidos y a sus familias.


La campaña


La campaña de Navidad de CorreosChile nació en 1992, cuando empleados de la empresa se organizaron tras darse cuenta de las numerosas cartas que tenían como destino el Polo Norte, la casa del Viejito Pascuero. Así, decidieron apadrinar a niños de escasos recursos. Diez años después, la campaña se amplió al resto de la población, ante el alto interés y ganas de ayudar.


En 2013, se recibieron más de 42 mil cartas en todo el territorio nacional, con un 85% de apadrinamiento (unos 35.500), por lo que este año la meta es mantener o superar esta cifra, con la intención de que ningún niño quede sin regalo.


Además de las cartas que llegan a los buzones, CorreosChile recibe misivas desde los establecimientos de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) y niños de la Fundación Carolina Labra, que abarca a menores que se encuentran hospitalizados.


Sonnia Lagos (77) es voluntaria del Senama y lleva ocho años participando en la campaña. Para ella, la razón de volver todos los años a colaborar es "ver si la gente cumple o no" con los niños que lo necesitan.


Los regalos que se piden son variados: Desde juguetes tradicionales y pelotas de fútbol hasta cenas navideñas o camas. Hay muchos casos emotivos: este año, según cuenta la voluntaria Natalia Moreno, una niña que sufre bullying en el colegio por su obesidad escribió pidiendo una máquina para hacer ejercicios o una bicicleta, ya que sus padres se encuentran sin trabajo y no pueden comprarla.


La campaña comenzó el 26 de noviembre y se extenderá hasta el 22 de diciembre, por lo que el llamado de CorreosChile es ir con anticipación para que los niños tengan su regalo antes de la Navidad.

Una cena y el juguete soñado

Hola Viejito Pascuero y muchas bendiciones a la persona que lee mi cartita.


Bueno, yo me llamo Alen Amaro y tengo 13 años. Soy el tercero de tres hermanos. Vivo en la comuna de Peñalolén con mi mamá, mis hermanos y mis abuelos y tengo un sobrino de 3 años que se llama Vicente.


A mí me gustaría que me regalaran muchas cosas, pero mi mamita quedó sin trabajo. Ella trabajaba en un restaurant muy conocido de Providencia y por su enfermedad tuvo que renunciar. Ella tiene artritis en su brazo y mano derecha y sufre muchos por sus dolores. Yo soy asmático crónico de padres separados hace 5 años y tengo mucha pena por todo lo que hemos pasado.


Mi mamita ahora tiene que ir a ayudar a mis abuelos a la feria porque ellos son perseros, venden en la feria. A mí sólo me gustaría una cena navideña y un regalito para Vicente, mi sobrino bueno. Muchas bendiciones para la persona que se lleve mi cartita. El señor los bendiga cada día de su vida.


Alen (13 años)



"Querido Viejito Pascuero: Me llamo Cristián y vivo con mi pura abuela María. Ella trabaja en la feria para mantenerme a mí y a mi hermana Yeimy. Ella nos crió desde pequeños, por eso te escribo a ti para ver si me traes el juguete que yo quiero, un Optimus Sprite (sic)".


Cristián

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?