SANTIAGO.- Dos delegados de Gendarmería de Chile especializados en delitos sexuales asumieron la tutoría del cura John O´Reilly durante los cuatro años de libertad vigilada a los que fue condenado el sacerdote tras ser declarado culpable de abusar sexualmente de una menor, ex alumna del Colegio Cumbres.
Así quedó establecido ayer luego de la primera reunión sostenida por el Legionario de Cristo en dependencias del Centro de Reinserción Social Santiago Oriente, hasta donde llegó acompañado del abogado Luis Hermosilla, quien asumió su defensa durante todo el proceso en su contra.
Ello, porque de acuerdo a las características psicológicas concluidas en el informe presentencial realizado por el Consejo Técnico del Centro de Reinserción de la institución, el condenado niega el delito que le fue atribuido considerando que cualquier pena otorgada en su contra "es injusta" y por tanto, mantiene una actitud negativa en relación a su sanción.
Por lo anterior, sería ineficaz que el cura sea tratado por un sólo delegado como es lo usual en este tipo de condenas.
Ahora, la dupla psicosocial a cargo de O´Reilly -que en el primer encuentro le explicó al religioso cuáles son sus derechos y deberes en su condición de condenado- deberá desarrollar un plan de intervención en el que se trabajará a lo largo de la pena.
Este incluirá participación en talleres individuales o grupales -según se determine de acuerdo a las necesidades del sentenciado- además de la visita mensual que establece el beneficio de la libertad vigilada intensiva ordenada por el Tercer Tribunal Oral en lo Penal.
El primer acercamiento del Legionario de Cristo con Gendarmería de Chile se concretó luego de 10 días de la recepción por la institución de la sentencia ejecutoriada contra John O´Reilly.
Tras ello, inmediatamente los datos del asesor espiritual fueron incluidos en el Registro de Inhabilidades para Trabajar con Menores.
El pasado 11 de noviembre, el cura fue condenado a una pena de 4 años de libertad vigilada por abusar de una menor de edad de manera reiterada entre los años 2010 y 2012. Según acreditó el Tercer Tribunal Oral en lo Penal, al religioso le cabe la calidad de autor en los delitos descritos por la Fiscalía Metropolitana Oriente.