¿Se justifica la selección? ¿Y cuándo? El cara y sello de dos colegios artísticos

SANTIAGO.- Son exactamente 23 escuelas artísticas y 8 que este año podrían adquirir dicha categoría, las que seguirían seleccionando a sus estudiantes a través de un sistema propio de admisión, de acuerdo a la alternativa que han planteado algunos parlamentarios oficialistas, en el marco de la discusión de la reforma educacional.

La selección permite a estos recintos realizar pruebas de habilidades específicas relacionadas con la especialidad. Si bien algunos la consideran "necesaria" para determinar las capacidades e intereses de los postulantes, hay otros casos donde la rechazan bajo el argumento de que no hay que negarle el ingreso a un niño que "no tiene tanto talento", pero que puede desarrollarlo.

Proceso de admisión

Cristián Miranda, director del colegio particular subvencionado Artístico Salvador de La Florida, que tiene una matrícula de 300 alumnos, cuenta que la primera prueba para seleccionar a un alumno es realizar una entrevista personal. "Muchas veces son las expectativas que tienen los papás de que su hijo sea artista, pero ellos no quieren. Hacemos entrevistas personales para saber sus intereses reales, qué es lo que buscan, por qué se cambian de colegio, qué quieren ser", explica.

"A veces los niños se confunden y piensan que porque pueden venir con ropa de calle aquí no hay reglamento, no hay disciplina y eso no es cierto. Acá pueden teñirse el pelo, pero hay exigencias. El arte es una disciplina", agrega.

La primera barrera para quienes quieran ingresar al recinto es la prueba teórica en el área de las artes visuales, musicales y escénicas. Miranda dice que se pregunta por conocimientos generales de estas disciplinas. Por ejemplo, en artes visuales los niños deben responder qué artistas conocen, si han ido al museo y cómo se hacen los colores secundarios.

En música es similar y los menores deben conocer la tabla de notas, mientras que en el área escénica las preguntas van desde qué obras han visto, qué actores conocen, los estilos y los elementos escénicos, además de escenografía e iluminación.

La parte práctica, comenta Miranda, "se trata de una prueba de dibujo, de color y en algunos casos prueba de volumen (en artes). En música se les permite venir con su instrumento y tienen que interpretar alguna pieza para ver sus destrezas. En actuación, se les pasa un texto y tienen que actuarlo, a veces improvisar".

Desde ahí, es un grupo de profesores, más el director y una sicóloga, los que determinan quién ingresa de acuerdo a las condiciones que mostró. "Todas las personas tienen grados de creatividad, el arte siempre los acompaña, el tema es si tienen proyección académica. Una cosa son las condiciones y la otra es si se perfila para la disciplina. Los que tienen mayor proyección quedan", añade.

Las clases de la especialidad, en tanto, se realizan durante la jornada de la tarde. En la mañana los estudiantes responden al currículo que el Ministerio de Educación exige y luego asisten a las distintas disciplinas, con salas acondicionadas para cada área. En cuanto a las exigencias, Miranda agrega que un alumno puede repetir por un ramo tradicional como matemáticas y también por teórica de la música.

No a la selección

Algo muy distinto es lo que ocurre en la Escuela Municipal Artística "Armando Carrera González", de Antofagasta, con matrícula de 600 niños. Su director, Guillermo Ramallo asegura que "no hacemos una selección de alumno por condiciones artísticas, es una escuela básica donde recibimos a los alumnos que se matriculan y los incorporamos al arte".

Aquí los estudiantes conocen las disciplinas desde primero básico. "Las van conociendo todas y a partir de 5° definen en cual se quedan, pero no es una barrera para el ingreso", afirma.

En las artes escénicas, por ejemplo, se les enseña lo fundamental del teatro y la expresión corporal. "Tenemos orquesta sinfónica, coro y vamos por los colegios mostrando lo que hacemos, en la universidad y en las calles", cuenta el director.

Desarrollo de talentos versus expectativas no cumplidas

Según Ramallo, "todos tenemos dentro algo que nos permite hacer algunas de las disciplinas. Es distinto cuando yo quiero hacerlo selectivo. Hay grupos selectivos, que se destacan y trabajan ahí, pero no es exclusivo de ellos. Ellos van definiendo en la medida que conocen las disciplinas".

De hecho para el directivo, el objetivo de su establecimiento "no es que entren solos los talentosos. Nuestra escuela no es selectiva. Creemos que hemos sido capaces de descubrir en cada niño las aptitudes y talentos y los hemos ocupado para que se desarrollen".

Asimismo reflexiona "que si seleccionáramos tendríamos cosas grandilocuentes, pero para eso hay otros organismos. Hoy la idea es incorporar a los niños a las artes y que en algún momento alguno pueda vivir de ello".

"No veo por qué negarle el ingreso a un alumno que no sea tan talentoso y sea normal. La misión es descubrir eso que quizás él no ha descubierto y disfrutar del arte. No es malo que no se seleccione, no tenemos que cegarnos en querer ser la mejor escuela".

En cambio, a juicio del director del Colegio Artístico Salvador de La Florida, en su caso la selección sí se justifica, "entendiendo que son pocas las instituciones que imparten esta enseñanza".

"Todos los niños pueden ir a todos los colegios, todos tienen derecho, pero no todos pueden ser médicos, arquitectos o artistas. Sería jugar con sus expectativas", refuta.