SANTIAGO.- Durante la jornada de este viernes, el Ministerio del Interior a través de su unidad jurídica, concretó la querella contra todos quienes resulten responsables de los ataques con bombas ocurrido la noche del 24 de diciembre en dos cuarteles policiales de Temuco.
Así lo confirmó el ministro de Interior Rodrigo Peñailillo, quien enfatizó que "nadie en nuestro país se puede sentir con la libertad de colocar artefactos explosivos y atentar contra instituciones".
"Invocamos la ley antiterrorista por estos atentados condenables y que -por supuesto- tienen que ser sancionados drásticamente", detalló, recalcando que "esperamos que las diligencias que se están llevando a cabo a partir del primer minuto de acontecido estos hechos tengan éxito pronto porque estas personas tienen que estar en manos de la justicia".
"Son hechos graves que nosotros damos la máxima prioridad para que sean aclarados", dijo, destacando que actos de este tipo serán perseguidos por el Gobierno "hasta el final".
La acción judicial fue ingresada durante esta mañana ante el Juzgado de Garantía Local y busca perseguir bajo la Ley Antiterrorista a quienes estén vinculados en los atentados registrados en una unidad de Carabineros y otra de la PDI.
Se trata del octavo libelo de este tipo interpuesto por el Gobierno a lo largo de 2014, uno de los cuales involucra a los tres jóvenes detenidos por su presunta participación en los ataques ocurridos en el Metro entre julio y septiembre en la capital.
La querella fue anunciada ayer por el titular de Interior, quien repudió los hechos registrados durante la noche previa a la Navidad.
Los hechos
De acuerdo a los antecedentes, el primer ataque se registró a las 23:30 horas del 24 de diciembre en un cuartel de Carabineros ubicado en la intersección de calle Claro Solar y Barros Arana, en Temuco.
Producto del estallido, un funcionario policial resultó con trauma acústico.
Diez minutos después, un segundo atentado afectó a la división de extranjería de la PDI donde se halló un artefacto explosivo que fue detonado de manera controlada por la policía.