El comunero Guido Carihuentro Millaleo al momento de ser traslado a servicios de urgencia luego de ser herido por el cuidador Víctor Leonel Vega.
Mario Quilodrán, El MercurioSANTIAGO.- Con tratamiento sicológico, miedo y deseando que no pierda la vida el comunero mapuche al que hirió de gravedad. Así describe su situación el cuidador Víctor Leonel Vega (33), quien la noche de Año Nuevo repelió a "escopetazos" un ataque incendiario en el predio que estaba a su cargo.
El trabajador relató la noche de terror que le tocó vivir al diario "El Austral", donde queda de manifiesto la violencia con que actuó el grupo al que debió enfrentarse.
"A uno esto le marca la vida, si llega a morir (Guido Enrique Carihuentro Millaleo), me va quedar en la conciencia que maté a una persona, aunque sea en defensa propia", reflexiona Vega respecto del comunero que permanece grave internado en el Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco.
Dice que la noche del ataque se encontraba durmiendo desde temprano en una carpa instalada en el fundo Arauco de Freire, pues un resfrío lo mantenía con una alta fiebre y profundo malestar. Cuando fue atacado, gracias al aviso de su perro Jack, pudo salir en calzoncillos a repeler a los antisociales que quemaron tres camiones y una cosechadora.
"Pesqué la escopeta –tenía un tiro puesto y le pongo otro más– y para evitar todo el problema lanzo un tiro al aire para que los tipos se vayan, pero se arma una balacera (con armas cortas y largas) y me pillo con unos tipos que me gritaron 'aquí te vamos a quemar tal por cual, te vamos a matar', pensé lo peor", recuerda.
"En un momento pensé ¿qué hago con un tiro (en la escopeta)?, la verdad pensé en morir. Luego recuerdo que estaba agazapado detrás de un carro y me percaté que estaban desconcertados disparando para todos lados. Me corrí para la orilla –siempre agazapado detrás de una rueda– y dije 'esta es la mía', me encuentro con un grupo de personas y le disparo el último tiro que me quedaba desde la cadera, incluso pensé que se me había ido abajo el tiro, con las ansias de poder librarme y poder llamar a Carabineros porque salí tal cual (en polera y calzoncillos)", rememora Vega sobre el disparo que dio de lleno en el pecho y rostro Carihuentro Millaleo, hiriéndolo de gravedad.
"Incluso cuando le disparé al grupo de personas, pensé que le había disparado a los pies, porque no le disparé a nadie en específico, solo con las ansias de escapar de ese lugar y llamar a Carabineros", lamenta el cuidador por haber sido tan certero con el disparo, agregando que no volverá a trabajar en el lugar y se dedicará a operar maquinaria como consejo de su sicólogo.