SANTIAGO.- El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) y la Fundación Iguales celebraron este miércoles la aprobación del Acuerdo de Unión Civil (AUC), que busca regular la convivencia entre personas de igual o distinto sexo.
"Hoy se ha dado un paso histórico para lo no discriminación y para el avance de los derechos humanos, cerrándose un nuevo capítulo en la lucha por la igualdad y, por cierto, abriéndose nuevas páginas y desafíos", señalaron desde la primera agrupación.
En ese sentido, dedicaron la aprobación "a cada una de las víctimas de la homofobia y la transfobia y a cada conviviente heterosexual que a lo largo de la historia sufrió el estigma y la discriminación por no estar casado".
"Somos unos privilegiados porque hemos visto pasar frente a nuestros ojos el repudio y el desprecio total, los pequeños y grandes avances hacia mejores condiciones de igualdad y hoy llegamos a este momento, de reconocimiento de la diversidad familiar que deja a las nuevas generaciones un mejor país", manifestaron en el Movilh.
El histórico representante del movimiento, Rolando Jiménez, agradeció a todos los parlamentarios y destacó el trabajo del senador UDI Hernán Larraín, quien "a pesar de las diferencias que tenemos, ha sido un gran protagonista y un personaje que ha trabajado seria y rigurosamente por hacer la mejor ley posible. ¡Viva Chile mierda!".
En la Fundación Iguales, en tanto, se declararon "felices que de el Estado reconozca, por primera vez, que una pareja del mismo sexo también constituye una familia y merece protección. Es un paso adelante a la valoración de la diversidad".
"Hoy nosotros pasamos a ser parte del ordenamiento jurídico. NO solamente de tener deberes, sino que también de tener derechos, así que es un día histórico parea nosotros.
Pese a este avance, el presidente de la agrupación, Luis Larraín, advirtió que la aprobación del AUC no representa el fin de la lucha de la diversidad sexual.
"Esto no echa por tierra la lucha por una legislación de matrimonio para todos y todas los/as chilenos/as, la cual es una larga aspiración de nuestra comunidad y a la que le imprimiremos fuerza durante 2015, pues instituciones del Estado no pueden estar vetadas para una persona por su orientación sexual", señaló.
Larraín anticipó que dicha discusión "no será fácil, pues supone efectos en la institucionalidad familiar y las demandas pendientes en torno a la filiación".
"Como tal, requiere en una reforma profunda que incluya la perspectiva de la inclusión en el derecho de familia. Seguiremos buscando las formas de incluir los asuntos relativos a la copaternidad y comaternidad en todas las instancias posibles, reformulando la lógica heteronormativa de los artículos del Código Civil y la legislación referidas a la materia", sentenció.