El hombre tomó su celular –un Samsumg Mini GT– para sacarle unas fotos a unas joyas que le ofrecían para su esposa.
El MercurioSANTIAGO.- Una instalación eléctrica deficiente podría estar tras la extraña muerte de Italo Alcayaga Cuevas (29), quien anoche falleció electrocutado en el bar The Clinic de Ñuñoa –donde se desempeñaba como copero– cuando tomó su celular para sacar una fotografía mientras el aparato estaba siendo recargado.
Tras recabar los primeros antecedentes, el inspector Rodolfo Jiménez, de la Brigada de Homicidios de la PDI, atribuyó el problema a la instalación eléctrica del local. "Hay indicios que hubo una falla en el sistema, porque la instalación eléctrica es deficiente", afirmó el policía, informa "La Segunda".
Añadió que "aunque faltan pericias, el ejemplo está en que cuando (el hombre) recibió la descarga, un sistema bien instalado se habría desconectado totalmente. Eso no ocurrió aquí. La luz siguió prendida".
También indicó que el cable con el que estaba recargando el celular no era de la misma marca.
De acuerdo a los antecedentes policiales, durante la noche una empleada del bar se acercó a Alcayaga a ofrecerle unas joyas para su esposa. Éste buscó su celular –Samsumg Mini GT– para sacarle unas fotos y mostrárselas a su cónyuge.
"Cuando apretó el botón con su pulgar derecho se produjo la descarga, como lo prueba la marca que le quedó en el pulgar de su mano derecha", relató el capitán Patricio Gallardo.
El deceso del trabajador fue constatado esta madrugada por personal de la 18° Comisaría de Carabineros de Ñuñoa, quienes llegaron al lugar minutos después de ocurrido el hecho, pasadas la 1 de la madrugada.
Esta mañana personal de la seremi Metropolitana de Salud y de la SEC llegaron al lugar a evaluar la situación.
Venía de Arica con su esposa y sus hijos
Italo Alcayaga había llegado hace poco tiempo desde Arica, junto a su esposa, el hijo de ambos y otros dos niños que la mujer tenía de una relación anterior, para buscar nuevas perspectivas laborales y un mejor pasar económico.
El hombre llevaba menos de un mes en el popular bar de la Plaza Ñuñoa, donde trabajaba de copero en la cocina y no tenía contacto con los clientes.
Un tío abuelo de Italo, Carlos Berríos Soto, dijo a "La Segunda" que "esto ha sido un golpe para toda la familia, nadie está preparado para algo así". Comentó que la familia se enteró de la muerte en la madrugada. "Su esposa Gabriela fue quien llamó a los papas de Italo como a la 1 de la madrugada para avisar de la tragedia. La familia está destruida. Su padre, Jaime, viajó esta mañana a Santiago para hacer los trámites para traer el cuerpo de su hijo. Su esposa no pudo acompañarlo porque está muy choqueada y mal", afirmó.
Berríos detalló que su sobrino nieto "vivía con su familia muy cerca del lugar donde trabajaba. Según sabemos, hace dos o tres días el bar le había hecho contrato. El era un muy buen trabajador".