SANTIAGO.- El ex asesor de la empresa Caval, Sergio Bustos, aseguró este martes que posee pruebas de que desde esa compañía -perteneciente en un 50% a la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet- le ofrecieron 160 millones de pesos para que guardara silencio sobre el millonario negocio que realizaron en Machalí.
A través de una declaración pública, Bustos detalló la forma en que los representantes de Caval intentaron evitar que él entregara dichos antecedentes a la prensa y llegar a un acuerdo para terminar con la demanda laboral que presentó ante la justicia.
En el comunicado, el ex asesor explicó que ante el ofrecimiento de negociar una salida a la demanda "respondí que no tenía ningún problema, ya que siempre había perseguido que se me cancelaran mis sueldos y premio acordado y, que la demanda se interpuso ante la negativa de Mauricio Valero de cancelar mis prestaciones".
No obstante, agregó que el abogado de la empresa, Andrés Levine Contreras, "me indicó que viajarían a Chillán al día siguiente y que la exigencia de Caval era que a partir de ese momento yo no debería entregar ningún tipo de información".
Tras analizar las condiciones y al fracasar los intentos de reunión entre las partes, Bustos se declaró "engañado por los representantes de Caval, debido a que para ganar tiempo de realizar las inscripciones de Machalí y buscar cómo salir mejor parado de la situación creada por ellos mismos, me acallan y amordazan desde el 8 al 19 de febrero".
El contenido de la nota coincide con lo que declaró este martes en Radio ADN, donde recordó que cuando la revista Qué Pasa publicó el negocio de Caval "a los dos días me llaman y tratan de iniciar un arreglo conmigo, viajan a Talca y terminamos negociando en 160 millones de pesos para quedarme callado, retirar la demanda laboral, con un contrato de que no puedo decir nada nunca más y con una cláusula penal de pago de 5 mil UF si yo abría la boca".
Bustos fue el encargado de conseguir el crédito de 6 mil 500 millones de pesos solicitado por Caval en el Banco de Chile, el cual fue ratificado luego de una reunión en la que participó el hijo de la Presidenta Bachelet, Sebastián Dávalos, y su esposa, Natalia Compagnon, con el vicepresidente de la entidad, Andrónico Luksic.