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Santiago: Sábado 05 de octubre del 2024 | Actualizado 23:06
SANTIAGO.- Asegurando que tiene todas las pruebas para probar su acusación en contra de la empresa Caval, de propiedad de la esposa del hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, llegó esta mañana hasta el tribunal laboral Sergio Bustos, quien demandó a la entidad por 200 millones de pesos.
El ex comerciante y ex transportista de Chillán, llegó acompañado de sus abogados hasta el edificio ubicado en la calle San Martín de la capital, donde señaló a los medios que estaba "tranquilo porque es dinero que me adeudan".
Bustos presentó una demanda en noviembre de 2014 contra la entidad, en que exige el pago de 14 sueldos y ha insistido en que es fue él quien se encargó de conseguir el polémico crédito de 6.500 millones de pesos al Banco de Chile.
Según publicó "La Segunda" ayer, Bustos trabajó entre mayo de 2013 y septiembre de 2014, pero asegura que nunca se relacionó con Dávalos y Compagnon.
El proceso laboral se inicia luego que se conocieran los primeros antecedentes sobre el millonario negocio emprendido por Caval para adquirir terrenos en Machalí y que aseguran que abogados que actuaban en nombre de la empresa, habrían ofrecido una millonaria suma a Bustos.
De acuerdo a la versión del afectado, el dinero sería entregado a cambio de firmar un acuerdo extrajudicial para dar por cerrado el problema judicial, y con la condición que cesara los contactos con la prensa.
La suma ofrecida llegó finalmente a 160 millones de pesos, según indicó el medio electrónico "El Líbero" este lunes.
Bustos agregó que los profesionales actuaban en nombre de Natalia Compagnon, dueña de 50% de Caval y esposa de Sebastián Dávalos. Según su versión, le exigieron no dar entrevistas y evitar la publicación de nuevos antecedentes en torno al caso.
Avanzadas las negociaciones, le ofrecieron un abultado cheque a nombre de Mauricio Valero, socio y gerente general de la misma empresa. El acuerdo, finalmente, no llegó a puerto luego de sucesivas postergaciones que habrían concluido el 17 de febrero pasado, cuando los representantes de Caval finalmente desistieron de llevarlo adelante.
