Isabel Allende, actual presidenta del Senado.
Christian Zúñiga, El Mercurio (archivo)SANTIAGO.- La presidenta del Senado, Isabel Allende, quien este mes de marzo dejará la testera en la Cámara Alta, reconoció que tiene un "sentimiento de dolor" frente al impacto que han tenido los casos Penta y Caval sobre la percepción pública de la clase política.
"Tengo una mezcla de sentimientos", afirmó la legisladora, quien destacó su orgullo por haber sido la primera mujer que alcanza ese cargo que también ocupó su padre, el ex Presidente Salvador Allende.
La parlamentaria resaltó la buena evaluación que recibió de los comités de todos los sectores, en un año legislativo que mostró "la mayor producción en cuanto al número de horas de sesiones y de proyectos aprobados", indicó, durante una entrevista concedida al canal CNN Chile.
No obstante, admitió que deja la testera "con un sentimiento de dolor al ver que situaciones como la de Penta y Caval hacen que la ciudadanía tenga una sensación de molestia profunda, comprensible, hacia la clase política".
En este plano, consideró que remontar esta desconfianza en la ciudadanía "será un largo camino, pero necesario de recorrer, absolutamente".
La legisladora respondió a afirmaciones hechas por su competidor en la carrera por la presidencia del PS, Camilo Escalona, sobre una supuesta actitud de condescendencia hacia la Presidenta Michelle Bachelet frente a las denuncias que involucran al hijo de la Mandataria, Sebastián Dávalos.
"Creo que no hay que confundir las cosas. Efectivamente, pasaron varios días en los que esperé prudentemente, porque me parecía lógico que era una reacción que el Gobierno tenía que tener, en particular tratándose de un hijo de la Presidenta", explicó.
"Una vez que se produjo la renuncia, a los pocos minutos, me expresé públicamente diciendo que me parecía bien (la dimisión) y lamentaba la conducta imprudente de Sebastián Dávalos", agregó.
"Lo que dijo mi competidor (Escalona) de que estuve 40 días en silencio no son más que palabras que empequeñecen una legítima contienda democrática", enfatizó.
Fin a cargos para "Primera Dama" o parientes
Sobre el caso Caval, Allende recogió las afirmaciones expresadas por la Mandataria en Cerro Castillo en el sentido de adoptar medidas "severas y rigurosas" en el ámbito de la relación entre la política y los negocios.
Dentro de este aspecto, consideró necesario "terminar con la tradición" que asigna la jefatura de entidades como la Dirección Sociocultural en La Moneda a la esposa, el esposo o a parientes de quien ocupe la Presidencia
"Creo que es una experiencia dolorosa de la que vamos a aprender" para "nunca más, probablemente, poner un familiar" en responsabilidades como la que ocupó Dávalos, indicó.
"Hemos condenado de la manera más clara y drástica una conducta absolutamente reprochable de nada menos que el hijo de la Presidenta, y vamos a tomar una serie de medidas para evitar que vuelvan a ocurrir" hechos de este tipo, añadió.
Del mismo modo, recordó la propuesta de 20 medidas para regular los vínculos entre la política y los negocios que un grupo de senadores entregará al Gobierno.
Falta de representatividad
Según Allende, uno de los factores que influyen en el actual escenario de desconfianza hacia la política es el régimen "marcadamente presidencialista" en el que los partidos "encuentran poco espacio".
También consideró desfavorable que el anterior sistema electoral restringiera durante años una mayor representatividad que incluyera a más mujeres, jóvenes y pueblos originarios.