"Les pido con humildad que recen mucho por mí", dijo el sacerdote a la comunidad de Osorno.
El MercurioSANTIAGO.- El obispo electo de Osorno, monseñor Juan Barros, reapareció en medio de la polémica que se generó tras su nombramiento a cargo de esa diócesis.
A través de una carta dirigida a los fieles y religiosos de Osorno, el sacerdote aseguró que jamás tuvo conocimiento de los abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima, hechos que condenó públicamente.
"En este tiempo se han difundido una serie de opiniones en relación a mi persona. Jamás tuve conocimiento de alguna denuncia respecto del sacerdote Karadima siendo Secretario del Cardenal Juan Francisco Fresno, y jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas. No he aprobado ni participado en esos hechos", aseguró el sacerdote.
Al respecto, recordó que "hubo una investigación exhaustiva por instancias civiles y eclesiásticas para discernir las responsabilidades y sanciones" en el caso, en la que no resultó involucrado.
Monseñor Barros manifestó su rechazo a los actos cometidos por Karadima y afirmó que también se sintió defraudado. "Como tantos jóvenes, yo llegué a la Parroquia del Sagrado Corazón en tiempos hermosos de espiritualidad y apostolado, pero terminé defraudado por este sacerdote y condeno absolutamente los delitos por él cometidos. El daño que ha causado es enorme", afirmó.
También dijo que "me duele profundamente el hondo dolor que por largos años les sigue afectando a las víctimas. Y reitero junto a toda la Iglesia que no hay lugar en el sacerdocio para quienes cometen estos abusos".
Asimismo, lamentó el "desconcierto" que se ha producido tanto en la Iglesia como en la opinión pública y pidió disculpas por "no haber sabido expresar bien mi posición ante estos hechos tan penosos y complejos".
La carta de monseñor Barros se dio a conocer poco después de que la Congregación de los Sagrados Corazones pidiera la renuncia del sacerdote y asegurara que su nombramiento no cuenta con el respaldo de la mayoría de los obispos.
Esa visión contrasta con la expresada el fin de semana por la Nunciatura Apostólica, que reafirmó su apoyo a la elección de monseñor Barros.