SANTIAGO.- Víctor Zamora, uno de los 33 mineros que fueron rescatados en 2010 después de permanecer por más de dos meses atrapados en la mina San José, figura entre los damnificados por los temporales que azotaron al norte del país.
"Esta es otra tragedia; lo perdimos todo. El esfuerzo que hicimos para tener algo mejor para los hijos y que se pierda de la noche a la mañana es injusto", dice Zamora, de 38 años.
Mecánico de oficio, el hombre vive en la localidad de Tierra Amarilla, una de las más castigadas por la lluvia que desde el pasado martes provocó el desborde de ríos y aluviones que arrasaron todo a su paso, con un balance de varios muertos, miles de damnificados y daños millonarios.
Su casa fue arrastrada por las aguas la madrugada del martes, como ocurrió con la mayoría de los habitantes de este pequeño poblado minero cercano a la ciudad de Copiapó.
"Estábamos durmiendo. Fue como a las tres de la madrugada. Alcanzamos a arrancar sólo con lo puesto", relata este minero, que en octubre de 2010 fue el número 14 en ser rescatado desde la mina, donde permaneció atrapado junto a otros 32 compañeros por 69 días, a más de 600 metros de profundidad.
"Nos quedamos sin nada, pero entre los vecinos nos estamos tratando de ayudar", agrega Zamora, quien tras protagonizar una espectacular historia de sobrevivencia no ha vuelto a encontrar un trabajo fijo y vive sólo de una pequeña pensión que le entrega el gobierno.