Damnificados del norte enfrentan alto riesgo de enfermedades tras catástrofe

SANTIAGO.- El alto riesgo de enfermedades infecciosas y respiratorias es ahora una de las mayores preocupaciones de las autoridades, a causa de las lluvias y aluviones en el norte del país.

Así lo manifestó este domingo el subsecretario de Salud, Jaime Burrows, quien advirtió que dadas las condiciones en que están viviendo miles de damnificados en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, el riesgo sanitario aumenta.

En diálogo con "ADN radio", la autoridad indicó que el colapso de los sistemas de alcantarillados permite la aparición de ratones, "que andan buscando comida, por lo que la disposición de la basura es un tema de preocupación".

"En el caso de Copiapó hubo una dificultad para acceder al relleno sanitario y pedimos que se despejara ese acceso. En Diego de Almagro se perdió el relleno sanitario, ayer la

idea era buscar un lugar transitorio", indicó.

Lo anterior cobra relevancia, más cuando las zonas afectadas comienzan a presentar olores pestilentes, a causa de las altas temperaturas y la gran cantidad de basura y escombros en medio del lodo. "Por eso la gente debe tratar de dejar (los desechos) en contenedores cerrados", dijo Burrows.

A lo anterior se suma el agua y barro que sepultó miles de viviendas, sobre todo, porque "no se sabe -afirmó- si lo fueron con aguas servidas".

"Es necesario que se haga la limpieza con cloro, los residuos quedan en la asuperficie y si no son bien limpiadas generan un riesgo sanitario. Ya enviamos 25 mil litros de cloro y la Onemi, 50 mil, que será distribuido en los lugares que identificamos con riesgo por aguas servidas por rotura o colapsos", añadió.

Para evitar enfermedades, las autoridades sanitarias comenzaron con la vacunación masiva de los afectados, principalmente contra el tétanos, influenza y hepatitis A y B. Para estas dos últimas, el Ministerio de Salud envió 10 mil dosis y otras 2.500 antitetánicas.

Respecto a la salud mental de los afectados, el subsecretario Burrows aseguró que el Ejecutivo adoptará todas las medidas para aminorar los efectos postraumáticos.

"Ayer (sábado) que recorrí la parte norte, en El Saldo, en Copiapó, y la gente ha permanecido despierta 72 horas o más. Cuando uno se acerca a los albergados espontáneamente se ponen a llorar y eso es una preocupación en este tipo de desastre", dijo, añadiendo que "A nivel de atención primaria contamos con equipos de salud mental que tiene formación en este tipo de problemas".

"La demanda aumenta exponencialmente y se cuenta con voluntarios que han participado de tragedias previas", concluyó.

Ayer, en tanto, luego de 27 horas de viaje desde Valparaíso, el LSDH 91 "Sargento Aldea" arribó a Chañaral para brindar ayuda a la comunidad que se vio afectada con el aluvión.

El buque posee una capacidad hospitalaria y equipos especializados y para ello trajo un contingente de 2 médicos navales y 20 enfermeros.