Chañaral y El Salado son dos de las localidades más afectadas por los aluviones y lluvias.
Francisco ÁguilaDIEGO DE ALMAGRO Y EL SALADO.- La leche es uno de los alimentos más apetecidos por los delincuentes en medio de la desgracia en que han caído Chañaral y El Salado, tras el alud del miércoles pasado.
Es la denuncia que hacen vecinos de ambos sectores en los días posteriores a los estragos causados por el núcleo de aire frío en altura, que hoy además mantiene a centenares de damnificados en la Región de Atacama.
"No faltan los delincuentes que se aprovechan de la desgracia ajena y vinieron a sacar lo que pudieron desde el consultorio, pero no para regalarlo, sino que para venderla y hacer beneficio propio", sostuvo Ginnete, quien trabaja en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Chañaral.
El recinto quedó completamente inundado de agua y lodo tras el aluvión, y ayer recibió la visita de varios de sus trabajadores, que debieron entrar por el techo para rescatar lo que queda en el lugar.
"Nosotros estamos tratando de salvar lo poco y nada que queda para sí ayudar a la gente. Es para nuestra gente, para nuestros pacientes, para que ellos no se vayan a enfermar", agregó la funcionaria que estaba enterrada hasta los tobillos en el lodo, recibiendo las cosas que rescataban los otros trabajadores del centro de salud.
Mientras que en la localidad de El Salado, Sara y su hija Naya relatan que desconocidos entraron a robar al consultorio —que no sufrió daño alguno— sólo se llevaron la leche.