SANTIAGO.- Luego de casi una hora frente a los fiscales Luis Toledo y Sergio Moya, el ex senador UDI Pablo Longueira se retiró de las oficinas de la Fiscalía Local de Rancagua, hasta donde llegó esta mañana en el marco de la investigación por el denominado Caso Caval, que persigue presuntos delitos de negociación incompatible, violación de secreto y tráfico de influencias.
Según detalló su abogado Alejandro Espinoza, la comparecencia del ex parlamentario fue "voluntaria y en calidad de testigo", descartando de esta manera cualquier vinculación de su cliente en las supuestas irregularidades cometidas en la compra de terrenos en Machalí por parte de la empresa Caval.
El ex parlamentario se presentó en las dependencias del Ministerio Público tras contactarse con los investigadores, a quienes solicitó agendar un encuentro para aclarar los rumores que lo relacionan con la causa.
Lo anterior, porque su nombre apareció en la declaración del agente comercial de la empresa Caval, Victorino Arrepol, y posteriormente se le consultó por él a Natalia Compagnon, nuera de la presidenta Michelle Bachelet, durante su interrogatorio como imputada.
Producto de esta vinculación, el ex parlamentario no descarta interponer acciones penales contra todos quienes resulten responsables de haberlo involucrado en la causa que también compromete al hijo de la Mandaria, el ex director sociocultural de la Moneda, Sebastián Dávalos, casado con Compagnon, dueña del 50% de la firma indagada.
De acuerdo a los primeros antecedentes que constan en la carpeta investigativa, Caval habría adquirido fundos apostando al cambio en el plan regulador que se efectuaría en el sector, el cual aumentaría considerablemente el valor de los terrenos.
Dichos paños, fueron comprados a través de la entrega de un crédito por $6.500 millones otorgado por el Banco de Chile, aún cuando la empresa sólo contaba con un capital inicial de $6 millones.
Posterior a ello, fueron vendidos por $9.500 millones a la empresa Silca, que ahora acusa de estafa a Caval.