SANTIAGO.- La ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón, anunció este sábado que abandonará la actividad política una vez que deje su cargo en el Gobierno, tras manifestar su cansancio por situaciones como las que vivió tras la aprobación de la comisión investigadora del caso Caval en la Cámara de Diputados.
En esa ocasión, el diputado del PS, Juan Luis Castro, acusó a la secretaria de Estado de haber amenazado con "las penas del infierno" a los parlamentarios oficialistas que apoyaran esa iniciativa, situación que habría colmado la paciencia de la ex senadora y ex pre-candidata presidencial de la DC.
En entrevista con El Mercurio, Rincón sostuvo que ese hecho "me dio mucha pena, porque yo no concibo que alguien pueda mentir. Yo no estuve en el parlamento con Juan Luis Castro ese día. Es todo lo que voy a decir al respecto".
En ese contexto, la titular de la Segpres aseguró que "tengo decidido retirarme de la política. Después de este cargo, después de este trabajo, de este rol con la Presidenta, yo no sigo en política".
"Porque cuando uno ha estado tantos años en política, en otro contexto, en otra época, en otro momento de mi país, y he visto la falta de generosidad, de solidaridad de algunos frente a un programa de gobierno, a una líder como la que tenemos hoy día, que de verdad es excepcional, de una sencillez, de una consecuencia como pocos", explicó.
En esa línea, subrayó que "no me nace seguir sacrificando mi prestigio, mi tiempo, el de mi familia, en una actividad que hace lo que hace este diputado (Castro)".
"Cuando yo llego a mi casa y encuentro a mi hijo lleno de lágrimas por la imputación de él o la acusación de algunos comentaristas, absolutamente injustificadas, hacen que me reafirme que después de acompañar a la Presidenta en este gobierno que es histórico, es tarea cumplida", enfatizó.
Consultada sobre si está dolida por las críticas de la Nueva Mayoría al Ejecutivo, aseveró que "no tiene que ver con la coalición esto... dos o tres golpes que he visto en este año me hacen llegar a esta conclusión", dijo, sin detallar esas situaciones.
"Y es una convicción: creo que las actitudes de unos pocos me han hecho evaluar dónde quiero estar después de este trabajo. Y lo digo así, después de este trabajo, para que no haya ninguna interpretación de que estoy pidiendo que la Presidenta me mantenga", indicó.
En cuanto a su futuro, la ministra descartó privatizarse. "Me condenarían a las penas del infierno... Tengo clarísimo lo que voy hacer después. Lo he conversado con mis niños", señaló, junto con aclarar que su determinación ya está en conocimiento de la Presidenta Michelle Bachelet y de sus colegas del comité político.
Finalmente, recalcó que "no me gusta cómo algunos están entendiendo la política, de distintos lados, y no son todos, son algunos (...) Cuando en la época de la dictadura luchábamos por derrocar a Pinochet y recuperar la democracia estábamos todos en esto. Hoy día cuesta identificar cuál es el proyecto. Esto me preocupa y ahí hay un tema personal: probablemente los molinos del Quijote me cansaron".