La familia es conocida por haber desarrollado el proyecto inmobiliario Club de Golf Lomas de La Dehesa.
El MercurioSANTIAGO.- Ayer, poco después de las 09:00 horas, llegó hasta la Fiscalía de Delitos de Alta Complejidad Oriente Manuel Ossandón Larraín para declarar en calidad de imputado por su presunta vinculación al fraude tributario que denunció el Servicio de Impuestos Internos (SII) en diciembre del año pasado y que supera los $200 mil millones.
En la instancia, el empresario -quien estuvo acompañado de su abogado Thomas Letonja Cepeda- detalló en casi cinco horas ante el fiscal José Antonio Villalobos cómo su familia habría defraudado al fisco evadiendo impuestos, hechos que constan en la querella presentada en contra del clan Ossandón Larraín por el órgano fiscalizador que acusó al grupo de evasión fiscal.
De acuerdo a su testimonio -al que accedió Emol- estas operaciones se habrían realizado entre los años 2008 y 2009, período en el que habrían culminado los traspasos de fondos a la Fundación Educacional Bernardo Larraín Vial (BLV), creada en Panamá para trasladar los dineros del patrimonio familiar hacia un paraíso fiscal y, de esta manera, no declararlos en Chile.
Ello, contempló la redacción de un reglamento en marzo de 2010 que -según aseguró Manuel Ossandón- le impidió acceder al patrimonio que le correspondía.
Manuel Ossandón, además, agregó que su contraparte no actuó sola, recalcando que lo habría hecho con la ayuda de los abogados Rodrigo Ruiz Tagle y Marko Jüngersen, y con la del contador Gabriel Tolosa, contra quienes el Ministerio Público evalúa imputar cargos por su supuesta vinculación a los ilícitos denunciados.
En marzo pasado, en tanto, la Fiscalía concretó las primeras formalizaciones en la causa e imputó por delito tributario a María Soledad Larraín Troncoso; su cónyuge, Gabriel Ossandón Valdés; y sus hijos, Bernardo, María Teresa y Gabriel.
Los hechos, de acuerdo a la exposición del investigador ante el 4º Juzgado de Garantía, tenían relación con la presentación de declaraciones maliciosamente falsas de manera reiterada, y según detalló Villalobos, todos los imputados "de manera concertada y a través de diversas operaciones, lograron finalmente burlar impuestos al fisco de Chile por medio de diversas sociedades y maniobras que les permitieron no pagarlos".
En esa oportunidad, el tribunal decretó como medida cautelar para toda la familia el arraigo nacional y la firma mensual en la comisaría de La Reina, la que debe cumplirse durante los 90 días de investigación fijados en primera instancia para la indagatoria.
El origen de la disputa
La causa se inició cuando Manuel Ossandón Larraín denunció al Servicio de Impuestos Internos presuntas irregularidades cometidas por su hermano Bernardo y que habrían tenido como finalidad disminuir la carga tributaria que debía ingresar en arcas fiscales.
Además, se querelló en 2012 en su contra por estafa y apropiación indebida en, acción que dejó al descubierto la disputa entre ambos por el destino de la fortuna de la familia.
Este caso, sin embargo -que llevó adelante la Fiscalía Centro Norte- fue sobreseído definitivamente luego que el Ministerio Público estimara que los actos detallados en la acción judicial no tenían mérito.
Dos años después y luego de la investigación realizada por el SII, en diciembre del año pasado el organismo se querelló ante el 4° Juzgado de Garantía contra las personas denunciadas y dio luz verda para que los fiscales Pablo Norambuena, Carlos Gajardo y José Antonio Villalobos imputaran a los aludidos los eventuales ilícitos.