The Economist: "Cambios en Chile son necesarios, pero el proceso está lleno de riesgos"

SANTIAGO.- La revista inglesa "The Economist" analizó las reformas que impulsa el Gobierno y sostuvo que si bien se necesitan cambios en el país, el proceso para lograrlos está lleno de riesgos.

El artículo señala que, a pesar de que Chile ha sido un modelo en América Latina, gracias a su estabilidad política y crecimiento económico, el país "se siente incómodo", lo que se expresó en las masivas movilizaciones estudiantiles que se desencadenaron en la administración de Sebastián Piñera.

Esto llevó a que la Presidenta Michelle Bachelet obtuviera una victoria aplastante en 2013, apoyada por sectores que exigían una nueva Constitución y reformas para enfrentar la desigualdad.

El medio señala que, en la práctica, las reformas de Bachelet están demostrando ser "surtidas". Esto incluye una reforma electoral que venció al sistema binominal legado por Pinochet; una "incómoda" nueva ley tributaria destinada a financiar medidas en educación, que reprimirá la evasión, pero "arriesga desincentivar la inversión"; y una reforma educacional –que elimina el lucro, copago y selección–, que ahora es rechazada en la mayoría de las encuestas.

A éstas se suman la próxima reforma laboral, que dará más poder a los sindicatos y los cambios a la Constitución.

"The Economist" apunta que mientras "la izquierda insiste en que las reformas llevarán a que el país deje de ser liderado por una pequeña elite, en la derecha y el mundo empresarial dicen que las reformas amenazan el éxito de Chile".

Agrega que, en medio de estos cambios, se han destapado escándalos financieros que han involucrado a políticos, incluyendo a la propia Mandataria, con el caso Caval. Dice que todo esto ha llevado a la Presidenta a pedir la renuncia de todos sus ministros y afirma que "nadie sabe quién sobrevivirá a los escándalos financieros para las elecciones presidenciales de 2018".

Ante este panorama, el artículo plantea que "algunos cambios sin duda son necesarios", pero advierte que "el proceso está lleno de riesgos" y que mientras los optimistas confían en la fortaleza de las instituciones, los pesimistas "ven un acercamiento hacia el populismo argentino".

En ese contexto, sostiene que los cambios que se pretenden impulsar "se deben construir sobre las fortalezas" del país y remarca que está en manos de la Presidenta Bachelet asegurar que los optimistas tienen la razón.