Uno de los desafíos de Allende será recuperar la influencia del PS en La Moneda.
Aton ChileSANTIAGO.- Después de 82 años de historia, el PS será liderado a partir de esta jornada por primera vez por una mujer. Y no cualquiera, sino que la hija de un ex Presidente que marcó a fuego y sangre la historia de la colectividad y que hoy en día es la política mejor evaluada por los chilenos, según la última encuesta CEP.
Se trata de la senadora Isabel Allende, quien luego de lograr un triunfo indiscutido el pasado 26 de abril en las internas socialistas ante el ex timonel y ex parlamentario, Camilo Escalona, será ratificada como la reemplazante de Osvaldo Andrade en el pleno del comité central del partido que se desarrollará este domingo.
La parlamentaria recibirá a la colectividad en medio de un complejo escenario interno y a la tensa relación que existe hoy con el Gobierno, luego de la traumática pérdida de dos ministros de Estado en el último cambio de gabinete, dos temas que serán algunos de los principales desafios que tendrá que enfrentar durante su mandato.
Recomponer la interna PS
Pese a que en los comicios se impuso con 17.493 votos, cerca del 60% del total, frente a los 10.473 votos logrados por el sector de Escalona, la Nueva Izquierda, el primer escollo que tendrá que abordar Allende será la forma de negociar los ocho cupos disponibles en la nueva miembros de la directiva.
Desde ya, el ex presidente del Senado anunció que apuntará al segundo cargo más importante de la mesa: la primera vicepresidencia, amparado en los estatutos del partido, que establecen que a la lista derrotada le corresponderían dos o tres cupos del total.
Dicha negociación será clave para diseñar el ambiente en el que Allende tendrá que gobernar el partido, en el cual el sector escalonista mantiene una fuerte presencia. Cualquier decisión que afecte a sus intereses, puede complicar el inicio de su mandato.
De las cinco corrientes internas que apoyaron a la senadora en los comicios, cada una espera colocar a uno de sus representantes. Desde la Nueva Izquierda, sería el diputado Manuel Monsalve. Desde el Colectivo Socialista, Sadi Melo. Desde el Tercerismo y la Renovación aún no hay claridad.
Abrir las puertas del partido
Allende llegó a la presidencia cultivando un perfil dialogante, abierto y conciliador, lo cual le permitió obtener la mayoría desde distintos sectores del PS. Por ello, hay altas expectativas de que la nueva presidenta le otorgue un nuevo aire a la colectividad y permita un mayor diálogo con todos los movimientos sociales, uno de los principales déficit criticados por los militantes a la anterior administración.
Recuperar la influencia
Las salidas de Alberto Arenas de Hacienda y de Álvaro Elizalde de la Segegob fueron un golpe duro de asumir para los socialistas. De hecho, muchos vieron en la disminución de la presencia del partido en el gabinete un golpe directo a la recién electa presidenta.
Por ello, Allende tendrá que jugar todas sus fichas en pedir mayor equilibrio a La Moneda en la próxima renovación de subsecretarias, intendencias y gobernaciones. Cualquier resultado adverso puede representar una pésima señal política de cara a su nuevo gobierno.
Restablecer las relaciones con los socios
No es un misterio las serias diferencias que mantuvo el diputado Osvaldo Andrade con el propio Gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría. De hecho, sus últimas disputas con el PPD por el respaldo al ex ministro Rodrigo Peñailillo pusieron en duda la continuidad del histórico eje progresista que ha mantenido con esa colectividad.
En ese sentido, Allende tendrá como misión recomponer esas relaciones y establecer puentes de mayor diálogo con sus aliados y dejar de lado el tono más duro y confrontacional cultivado por su antecesor.
Respaldo a las reformas
Como partido eje del Gobierno, el PS ha tenido que mantener una conducta inclaudicable frente al cumplimiento del programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Y en un año que se anticipa complejo por discusiones como la reforma laboral o el inicio del proceso constituyente, Allende tendrá que seguir firme en esa posición.
Ante los temores sobre un posible 'giro hacia el centro' del Gobierno, la presidenta del PS tendrá que custodiar el cumplimiento de los proyectos prometidos en campaña, sobre todo ante una posible consolidación del liderazgo de Ignacio Walker en la DC, uno de los principales "moderadores" de los proyectos de la Nueva Mayoría.
Desafíos electorales
La última encuesta CEP arrojó que Isabel Allende es la política mejor valorada del oficialismo, con un 45 por ciento de menciones positivas, superando a Marco Enríquez-Ominami y los ex Presidentes Ricardo Lagos y Sebastián Piñera. Sin duda, una clara posición de presidenciable de cara a los comicios de 2017.
Por ello, será clave la estrategia electoral que elabore al mando del PS, pensando en el primer desafío que será en las municipales del próximo año. En dicho plan, su figura puede ser fundamental para apuntalar a los candidatos a alcaldes y concejales y en consolidar su opción como principal figura de la centroizquierda.