SANTIAGO.- Para la mañana de este miércoles se espera la llegada de Giorgio Martelli a las oficinas de la Fiscalía Nacional en calle Teatinos, en el marco de la investigación por presuntos delitos tributarios relacionados con el financiamiento ilegal de campañas políticas.
Ello, luego que la semana pasada se reprogramara su interrogatorio -agendado en primera instancia para el miércoles 20 de mayo- a la espera de conocer en detalle los antecedentes por los cuales fue ser citado en calidad de imputado por el equipo de fiscales que lidera el jefe del Ministerio Público, Sabas Chahuán.
Se espera que durante la diligencia de hoy el empresario, querellado por el SII, no haga uso de su derecho a guardar silencio y declare ante los fiscales.
De ser así, Martelli será interrogado por su relación con SQM y sus filiales, específicamente por la emisión de 23 facturas que en total suman cerca de $246 millones y que habrían sido utilizados como aportes a campañas electorales contra documentos tributarios por trabajos que jamás se realizaron.
Asimismo, deberá referirse a la relación entre su empresa, AyN, y el ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo, quien le prestó servicios durante 2012.
Lo mismo respecto del ahora ex director del Servicio de Impuestos Internos (SII) Michel Jorratt, y de otras materias relacionadas.
En tanto, y como señal de colaboración, sus abogados Cristián Arias y Claudio Pavlic ya llevaron hasta la Fiscalía la información contable de su empresa contenida en ocho archivadores que ya son parte de la carpeta investigativa.
Aportes a Rodrigo Peñailillo
En tanto, ad portas de la declaración de Martelli surgieron nuevos antecedentes al revisar la contabilidad de AyN respecto a la relación entre el operador político y Rodrigo Peñailillo.
Se trata de diversas facturas que revelan que la empresa pagó el gasto del teléfono móvil del ex ministro en meses de 2012 y 2013, según publica hoy "El Mercurio".
Esto se suma a los pasajes aéreos de Peñailillo costeados por la sociedad de Martelli, donde se incluyen dos viajes a Nueva York, donde residía Michelle Bachelet mientras se desempeñaba como secretaria general de ONU Mujeres.