SANTIAGO.- El ministro del Interior y Seguridad Pública, Jorge Burgos, aseguró su completo respaldo al intendente metropolitano Claudio Orrego, tras la serie de cuestionamientos surgidos por autorizar la marcha estudiantil que anoche terminó con serios desórdenes.
"El intendente Orrego tomó una decisión a partir de antecedentes que hacían evaluable como positiva una marcha con el carácter de autorizada que una concentración con desautorización. Los acontecimientos de anoche por cierto que harán evaluar de otra manera (...) Yo absolutamente respaldo al intendente", aseveró.
La autoridad asistió a la graduación de unos 600 nuevos carabineros de la Escuela de Formación, los que pasarán a formar parte de las comisarías del país.
En la ocasión, Burgos fustigó a los delincuentes que causaron desórdenes y daños, y los comparó con los nuevos efectivos policiales egresados.
"Estos jóvenes son tan importantes como los que estudian en las universidades. Ellos son los jóvenes que van a construir el futuro de la patria. Los que no van a construir son los que anoche se dedicaron a destruir la propiedad privada y pública. Esos jóvenes, ojalá que se rediman", manifestó.
El jefe de Gabinete destacó que "la marcha en sí no tuvo mayores problemas. El problema está en que hay gente que cree que después de la marcha tiene impunidad para delinquir y perjudican a la ciudadanía y a los convocantes. El problema es la banda de delincuentes que cree que tiene derecho a lanzar piedras, a atentar contra las personas, a tirar una bomba incendiaria a gente que estaba durmiendo. Esos son delincuentes y tienen que ser perseguidos".
Similar reacción tuvo el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, quien enfatizó que tras los hechos de violencia de anoche " vamos a revisar todos los procedimientos, todas nuestras decisiones, para ir mejorando siempre nuestra capacidad de reacción".
Para el secretario de Estado, esta medida tiene dos propósitos: "que chilenos y chilenas que quieran manifestarse lo puedan hacer, porque la Constitución les garantiza dicho derecho, y porque nos parece que una sociedad democrática tiene que generar condiciones para que esas expresiones tengan lugar, pero también para que se garantice el derecho de aquellos que no se manifiestan".
Esto implicará, "sin duda", la revisión de los horarios en los que se autorizan las manifestaciones, según explicó Díaz, quien recalcó que "aquí lo importante es que nosotros siempre nos hagamos cargo y (seamos) responsables de tomar decisiones que mejoren precisamente el ejercicio que los chilenos tienen que hacer de sus derechos, eso lo vamos a hacer sin ningún temor siempre".