A la derecha, Mauricio Clavero, uno de los dueños de Caval.
La SegundaSANTIAGO.- Una nueva arista se abrió en el caso Caval por la venta de los terrenos de Machalí en $9.500 millones, en el que hasta ahora se investigan presuntos delitos de revelación de secreto, negociación incompatible, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencia.
El lunes, el ex administrador municipal de Las Condes y Santiago Patricio Cordero (UDI) presentó una querella por los ilícitos de falsificación de instrumento privado mercantil y uso malicioso de instrumento privado mercantil falso en la que denuncia que uno de los socios de Caval, Mauricio Valero, habría usado "facturas falsas para justificar gastos durante los años 2012, 2013 y 2014, y con ello rebajar su base imponible para efectos tributarios", según informa "El Mercurio".
Según lo que Natalia Compagnon (la otra socia de Caval y contra quien no está dirigida la querella) declaró ante la fiscalía, Cordero era -junto a Juan Díaz- quien se quedaría con la mitad de las ganancias por la reventa de los terrenos de Machalí.
La acción judicial, además, apunta al contador de Cordero, Roberto Castro Moya, y a todos los que resulten responsables.
En la presentación, a cargo de los abogados Carlos Cortés e Ignacio Schwerter, se sostiene que Cordero se enteró de este hecho cuando reunía antecedentes para aportar a la declaración que prestó el 18 de mayo ante el fiscal regional de O'Higgins, Luis Toledo.
Cordero es representante legal y dueño del 40% de los derechos de la sociedad Inversiones y Asesorías Lo Beltrán Limitada. La contabilidad de esa empresa era llevada por Castro, quien, según la querella, manejaba en sus oficinas toda la documentación contable y el talonario de facturas de esa sociedad.
"Nuestro representado (Cordero) ha advertido que Roberto Castro (contador), concertado con Mauricio Valero, emitieron y utilizaron facturas de Inversiones y Asesorías Lo Beltrán Limitada sin su autorización ni conocimiento, documentos que por cierto no reflejan servicios realmente prestados, con el único objeto de justificar gastos en la contabilidad de la sociedad de Valero, Exportadora y de Gestión Caval Limitada, y con ello rebajar su base imponible para efectos tributarios", dice el documento al que accedió el matutino.
En la querella se advierte que, además, se extraviaron 19 facturas de la sociedad de Cordero, cuyo destino se desconoce.
Nueve son las facturas ideológicamente falsas que menciona el libelo y que habrían sido incorporadas en la contabilidad de Caval desde el 22 de agosto de 2012 hasta el 7 de marzo de 2014, por $160 millones. Cuatro de esas facturas son por $20 millones cada una, otras cuatro por $5 millones y una por $60 millones.
"Ninguna de las facturas antes mencionadas obedecen a servicios realmente prestados, y los dineros que en ellas se indican jamás han ingresado a la cuenta corriente" de la sociedad de Cordero, asegura la querella.
Diligencias en el SII
La acción legal agrega que la empresa de Cordero sufrió un perjuicio "con el pago de los impuestos asociados a dichas facturas y el ingreso de las mismas a la contabilidad de ésta como utilidades que nunca ingresaron a su patrimonio".
También alude a que podría haber delitos tributarios de Caval, por lo que le solicitan al fiscal remitir los antecedentes al Servicio de Impuestos Internos. Además, se pide que dicho organismo remita al Ministerio Público la declaración de renta de Caval para los años tributarios de las facturas denunciadas. Consultada por el diario, la defensa de Caval dijo desconocer la querella.