TOKIO.- El histórico desplome de ayer en Wall Street hundió hoy al Nikkei de Tokio y causó descensos generalizados en las bolsas de Asia, que no obstante se fueron moderando conforme pasaban las horas.
Tokio, primera plaza de la región, encabezó las pérdidas con un descenso del 4,12 por ciento que dejó al selectivo Nikkei en su peor nivel en tres años, mientras otras bolsas lograban mitigar despeños iniciales para cerrar en valores menos extremos e incluso en positivo, como en el caso de Hong Kong.
El contagio de Wall Street afectó en Asia a la cotización de monedas como el yen o el won surcoreano, y provocó retrocesos especialmente marcados en los activos bancarios, de alrededor del 5 por ciento en el caso de los japoneses Mitsubishi UFJ o Mizuho.
Fue una nueva jornada de incertidumbre, temor y, por momentos, de pánico en las grandes plazas de Asia, ante el desconcierto de los inversores por el futuro de la economía estadounidense y del sistema financiero internacional.
Después de que Wall Street cayese ayer casi un histórico 7 por ciento por el sorprendente fracaso del plan de rescate del presidente estadounidense, George W. Bush, los números rojos tiñeron los parqués asiáticos con fuerza desde el inicio de la sesión.
Tokio, Seúl y Hong Kong bajaban en la apertura alrededor del 5 por ciento aunque posteriormente limitaron sus pérdidas, al remitir un tanto el nerviosismo.
Seúl sólo cayó un 0,57 por ciento al cierre pese a comenzar con un descenso del 4,8 por ciento y Hong Kong, después de llegar a perder un 5,49 por ciento en la apertura, acabó la jornada en positivo, con un aumento del 0,76 por ciento.
De las grandes plazas, la peor parada fue Tokio, que hoy perdió un 4,12 por ciento hasta situarse en los 11.259,86 puntos, su nivel más bajo en tres años, pese a que el Banco de Japón aumentó hasta los 28.800 millones de dólares su inyección de liquidez diaria.
En lo que va de 2008, el selectivo tokiota ha perdido un 23,35 por ciento de su valor y la economía japonesa parece estar cerca de la recesión.
Hoy mismo el Gobierno informó de que la producción industrial cayó un 3,5 por ciento en agosto, su mayor retroceso desde 2001, muestra de que el descenso de las exportaciones está dañando una economía que en el segundo trimestre se contrajo un 3 por ciento.
El contagio de Wall Street llegó además a Tokio en forma de una depreciación del dólar, que cerró en 104,75 yenes después de caer hasta la banda de los 103 yenes, su peor nivel en cuatro meses frente a la divisa japonesa.
Lo mismo, pero al revés, ocurrió en el Kospi de Seúl, que al final perdió un 0,57 por ciento -tras llegar a caer 5,7 por ciento en un momento dado-, en parte por el anuncio de que las autoridades reguladoras prohibirán la venta a corto plazo de acciones.
La noticia en Seúl estuvo también en otra depreciación del won surcoreano frente al dólar, que alegró a última hora a las compañías exportadoras pero provocó que el Gobierno avisara de que tomará las medidas “necesarias” contra un problema de liquidez en dólares.
El dólar cerró en Seúl en 1.207 wones, el peor nivel de la moneda surcoreana en 64 meses. En lo que va de año, se ha depreciado un 22 por ciento, poniendo más presión para el repunte de la inflación.
En cuanto a las bolsas del resto de la región asiática, las pérdidas fueron muy fuertes en las aperturas y dominaron también en los cierres, sobre todo en los más tempranos.
Así, el índice VNIndex vietnamita cayó un 4,66 por ciento; el índice PSEI de Manila retrocedió un 1,45 por ciento y los mercados de Australia y Nueva Zelanda, los primeros en cerrar, sumaron pérdidas del 4,30 y el 3,08 por ciento, respectivamente.