LIMA.- La brecha tecnológica entre los países ricos y pobres se mantiene en crecimiento mientras que las mejores posibilidades de empleo son cada vez más esquivas, informó el martes la Organización Internacional del Trabajo.
"A pesar del enorme crecimiento en tecnología de comunicaciones e información en regiones industrializadas y de creciente penetración en países en desarrollo, gran porcentaje de la población mundial, sigue tecnológicamente desconectada", precisó un informe de la OIT difundido en Lima, donde tiene su sede regional.
Agregó que la tecnología de las comunicaciones y la información puede tener efecto profundo en la calidad de vida de los trabajadores de los países más desfavorecidos si se aplican políticas para catalizar el desarrollo y el empleo.
"Se trata que las empresas que actúan en internet desempeñen un papel eficaz contribuyendo a la consecución del objetivo de lograr un trabajo para todos", precisó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según la OIT cerca de 90 por ciento de los internautas se encuentran en países industrializados, y Estados Unidos y Canadá concentran solos el 57 por ciento del total.
Por el contrario, la menor cifra conjunta de usuarios de la Internet, actual termómetro del desarrollo que a la larga es fuente de empleo, radica en Africa y Oriente Medio con sólo uno por ciento.
Según datos de la organización al 2001, un tercio de la población activa mundial, ó 3.000 millones de personas, están desempleados o subempleados.
Del total, 160 millones engrosan las filas de desempleados declarados, 20 millones más que lo registrado antes del inicio de la crisis financiera asiática en 1997.
El informe señaló a la discriminación como uno de los principales obstáculos con que se enfrentan los países en desarrollo al tratar de incorporarse a la revolución de las comunicaciones.
La brecha digital mas llamativa entre los dos géneros se refiere al uso de la Internet, en el que las mujeres son minoría y registran tasas de desempleo superiores.
"Sólo el 38 por ciento de internautas en América Latina son mujeres, mientras que en la Unión Europea llega a 25 por ciento, a 19 por ciento en Rusia, a 18 por ciento en Japón y al 4 por ciento en Oriente Medio.
"La revolución de la tecnología de las comunicaciones y la información brinda auténticas posibilidades pero demás entraña el riesgo de que un porcentaje significativo de la población mundial salga perdiendo", concluyó la organización.
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