WASHINGTON.- Científicos estadounidenses aseguran que si se intentan clonar seres humanos inmediatamente, tal y como han anunciado dos investigadores en Roma, el primer clon será "un niño deforme".
Esta opinión se suma a la amplia reacción de repulsa que ha provocado el anuncio de los especialistas en fertilidad, Panos Zavos, y obstetricia, Severino Antinori, de que están listos para clonar a un ser humano.
La controversia sobre la clonación con células humanas, que hasta ahora se limitaba al uso de embriones para la investigación, ha dado un paso adelante y ya se contempla la posibilidad de llevar a término un embarazo con uno de esos embriones.
Iam Wilmut, el científico del Instituto Roslin de Edimburgo (Escocia) que anunció la clonación de la oveja Dolly, es uno de los muchos que han criticado el intento de clonar seres humanos con la tecnología actual.
"Si se lleva adelante la clonación de un ser humano en un plazo de unos dos años a partir de ahora, el primer clon será un niño con deformidades", declaró David Magnus, experto en clonación de la Universidad de Pensilvania.
Panos Zavos y Severino Antinori, quien se hizo famoso por ayudar a una mujer de 62 años a quedar embarazada, dijeron hoy que pronto anunciarán el país y las circunstancias en las que llevarán a cabo la primera clonación de un ser humano y aseguraron que tienen cientos de solicitudes de parejas para someterse a la prueba.
Pero la mayor parte de los científicos que han participado en la clonación de animales realizadas hasta ahora reconocen que por cada intento conseguido hay detrás miles de fallos, abortos y deformidades.
Wilmut confirmó numerosos fallos en ovejas que precedieron a Dolly, los científicos de Texas que clonaron un novillo afirman que este contrajo diabetes juvenil de tipo 1, algo inaudito en animales, y los científicos de ACT, que intenta la clonación de especies en extinción, como el "bucardo" español, perdieron una especie de buey salvaje a las 48 horas de nacer aparentemente sano.
Según algunos expertos en clonación, la clave de los errores está en la misma naturaleza del procedimiento para obtener individuos idénticos, conocido como "transferencia nuclear".
Este proceso, que no precisa reproducción sexual, es similar al que se empleó con la oveja Dolly y consiste en transferir la carga de información de una célula al interior de un óvulo previamente vaciado de su núcleo.
Aunque aparentemente el embrión posee toda la información necesaria para formar un nuevo ser, una vez implantado en un útero, algunos científicos consideran que el intento puede acabar en desastre, porque falta información preciosa sobre la organización de algunos genes que se encuentran en la cubierta de la célula vaciada.
Las dudas éticas y científicas sobre la aplicación de la clonación en seres humanos ha llevado a prohibir su intento en Estados Unidos y en países como Francia y España.
Gran Bretaña defiende la clonación de embriones humanos, pero sólo con fines terapéuticos, para obtener células "madre", que prometen revolucionar el mundo de los trasplantes con el logro de órganos que no serían rechazados por el cuerpo humano. Tras obtener las células que pueden salvar otras vidas, los embriones serían destruidos, afirman los investigadores británicos.
En Estados Unidos, más allá de retirar los fondos públicos si alguien intenta clonar un ser humano, nada se puede hacer contra un científico que intente promover la clonación de un niño.
Zavos y Antinori aseguran que se trata de un derecho, el de la reproducción a nuestra propia imagen, que también tienen las personas estériles o con problemas para tener un hijo por medios naturales.
La clonación, de tener éxito, puede devolver a unos padres un hijo muy parecido al que perdieron, o volver a dar vida a alguien muy similar a un ser querido que ha muerto.
Pese a compartir los mismos genes, ni siquiera la clonación puede garantizar que dos seres humanos sean idénticos, por la influencia del entorno y también por misteriosos mecanismos fisiológicos que aún no estamos en condiciones de entender.
Pero si la clonación fracasa, ¿Quien será responsable de los monstruos humanos que se van a crear en el proceso?, preguntan los mismos científicos que crearon animales con deformidades.