SAN SALVADOR.- Las autoridades culturales salvadoreñas dieron a conocer el viernes el hallazgo de un fósil de un mastodonte que data de aproximadamente 6.000 años en la periferia norte de la capital.
Teófilo Reyes, un obrero de 45 años, encontró los restos del enorme animal cuando cruzaba el río Tomayate, en las afueras de Apopa, a unos 12 kilómetros de San Salvador.
Reyes, quien primero creyó que se trataba de un árbol, dijo a periodistas que extrajo la osamenta con la ayuda de un machete. Los restos molares, mandíbula, falanges y otros huesos fueron mostrados a la prensa en la escabrosa zona del hallazgo.
El lugar es vigilado por una decena de policías, mientras los expertos excavan en busca de más restos del animal que habría sido hembra y con cinco metros de alto y seis de largo, sin contar con el tamaño del moco, dijo el paleontólogo, Daniel Aguilar, director del Museo de Historia Natural.
"Es el primero que se tiene en la historia de El Salvador y si le agregamos que es el área metropolitana de San Salvador, lo consideramos todavía más extraordinario", dijo Aguilar, visiblemente extasiado con el descubrimiento.
Aguilar explicó que los restos son de un mastodonte americano del género cuvieronius y que los expertos determinaron su sexo "por el nivel de masticación en los molares y el punto del colmillo".
Agregó que los trabajos de excavación se iniciaron de inmediato. "Esperamos que el rescate se realice de la manera más satisfactoria" pues el lugar, por lo escabroso, representa algún peligro para quienes realicen esas labores.
Reyes pensó inicialmente que el hallazgo le podría representar algún valor económico, pero luego entendió "que es histórico", por lo que decidió entregar los restos a las autoridades. "Pensé que eran de un dinosaurio", dijo.
El mastodonte existió en el período Pleistoceno, o sea hace 6.000 o 7.000 años, dijeron expertos.
Aguilar dijo que se trata del hallazgo más importante en la historia del país, desde que en 1979 que se encontró el 80 por ciento de un perezoso gigante.
El director del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, Gustavo Herodier, destacó la importancia del hallazgo para El Salvador.
"Esto viene a ser en apoyo a la revalorización de reconstruir nuestra identidad (cultural). Luego de la pérdida del patrimonio por los terremotos, encontramos otro patrimonio que nos remonta a 5.000 o 10.000 años", dijo Herodier.
Los fuertes sismos del 13 de enero y 13 de febrero, no sólo causaron 1.150 muertos y más de 8.000 heridos, también devastaron 193 edificios de valor cultural, entre ellos 124 templos católicos, algunos construidos en la época de la colonia española.
"El hecho de tener en las manos estos huesos es importante para desarrollar la imaginación y evocar el tiempo", dijo el funcionario.