LONDRES.- Aunque ya se sabía que las abejas usan un lenguaje para comunicar a la colmena dónde está la comida, un estudio revela ahora que pueden entender conceptos como similitud y diferencia, afirma hoy la revista científica británica "Nature".
Un equipo de científicos alemanes, franceses y australianos ha conseguido demostrar que la capacidad de aprender determinados conceptos no está restringida al ser humano, los chimpancés y otros primates, como se ha creído tradicionalmente.
Según estos expertos, liderados por el profesor Martin Giurfa, del Instituto de Biología de la Universidad Libre de Berlín, "los animales pueden aprender tareas de distinción de cosas parecidas y diferentes usando reglas tan sencillas como el juicio de similitud si son entrenados en función de un mismo estímulo".
Sin embargo, explican, su estudio prueba que "las abejas pueden hacer más que eso: pueden transferir la habilidad de reconocer similitudes y diferencias a nuevos estímulos para los que las reglas de elección no han sido especificados en el entrenamiento".
Para llegar a este descubrimiento, los científicos llevaron a cabo varios experimentos con abejas de la miel comunes en los que los insectos fueron adiestrados para reconocer colores en un laberinto con forma de la letra "y".
Los diminutos fabricantes de miel se introducían en el laberinto por un agujero y tenían que elegir entre dos pasillos, uno de color azul y otro amarillo, para alcanzar una suculenta solución de azúcar.
Sólo el pasadizo que presentaba el mismo color que la entrada conducía al sabroso premio y las abejas, dice el estudio, aprendieron a distinguir los colores para llegar al azúcar.
El equipo del profesor Giurfa cambiaba los colores mencionados y los animales daban en el blanco una y otra vez.
Hasta ese estadio de la investigación, los experimentos sólo demostraban la capacidad de las abejas para aprender, que no entender, el concepto de similitud.
El hallazgo más significativo se produjo cuando los colores fueron reemplazados por aroma de limón y mango: los investigadores descubrieron, asombrados, que las abejas eran capaces de aplicar su conocimiento de la distinción de colores a la diferenciación de olores.
En opinión de los científicos, estos resultados "cuestionan la idea de que los vertebrados y, en particular, los primates pueden ser los únicos animales capaces de formar conceptos de semejanza y singularidad".
Las conclusiones, añaden, "muestran que las funciones más cognitivas no son un privilegio de los vertebrados" y dan pie a pensar en una "probabilidad real" de saber más sobre el sistema neuronal de los insectos.