HOUSTON.- Pocas horas antes de la partida del primer turista al espacio con destino a la Estación Espacial Internacional (ISS), se ha desatado una puja entre la agencia espacial estadounidense NASA y las autoridades respectivas en Moscú por la fecha de despegue.
La NASA intentó hoy convencer a las autoridades espaciales rusas de postergar el vuelo del cohete Soyuz, debido a que persisten los problemas con las computadoras a bordo de la ISS.
Hoy seguía funcionando sólo uno de las tres computadoros de la estación espacial, después de la seria avería por problemas de software registrada hace dos días. El fallo produjo entre otras cosas problemas de comunicación entre la ISS y la estación terrestre en Houston.
En un primer momento fallaron las tres computadoros, uno pudo ser reconectado y los norteamericanos confían en poder arreglar en el transcurso del día de hoy una segunda máquina. El test del brazo robot de la ISS, planeado originalmente para el miércoles tendría lugar recién el sábado.
Con el objeto de arreglar el desperfecto eran constantes hoy los contactos entre los centros espaciales de Houston y Korolyov. "Nos esforzamos en resolver estos problemas antes de que Tito parta", dijo el director de vuelo ruso, Viktor Blagov, quien señaló que la situación estará clara recién el sábado, poco antes del lanzamiento de la nave Soyuz.
Para la NASA sería mejor que el transbordador Endeavour permaneciera otros dos días acoplado a la ISS para permitir que finalicen los trabajos de testeo de los computadores.
Originalmente estaba previsto que el Endeavour despegara mañana y que la cápsula Soyuz, con el turista espacial Dennis Tito, se acoplara a la ISS el lunes.
La NASA desea que el transbordador se desacople de la ISS recién el lunes a las 15:30 GMT y Rusia se encuentra actualmente considerando la propuesta.
Si el Endeavour se desacopla el domingo, la Soyuz podría acoplarse sin dificultad. Según datos de la NASA, la nave que transportará al sexagenario Tito podría perfectamente despegar un día después. Si esto tampoco fuera posible, los rusos deberían esperar presuntamente un par de días hasta que se den nuevamente las condiciones para el lanzamiento del cohete.
El plan actual de Moscú es que el cohete que transporta a Tito parta el sábado a las 9:37 GMT desde la base espacial Baikonur en Kazajstán. A pesar de que todos los preparativos iban según lo planeado, la base de control Korolyov, en las afueras de Moscú, no descarta una postergación del despegue a último momento.
"Estamos preparados para lo peor, pero esperamos lo mejor", señaló a la Agencia Alemana de Prensa (dpa) un portavoz en la base de Korolyov.
"Este tipo de dificultades antes de una partida tan importante son en verdad ajenas a nuestra navegación espacial", dijo Yuri Semyonov, jefe de la empresa espacial rusa "Energiya".
En su opinión, "los problemas a bordo de la ISS son de naturaleza tanto técnica como política". "A nosotros no nos queda muy claro esto, y por eso hemos decidido no variar el plan de vuelo", dijo a la agencia Itar-Tass.
Con ello se refería a la oposición de la NASA al viaje de Tito, que lo aceptó finalmente con varias condiciones, entre ellas que el turista espacial se haga cargo de cualquier daño que pudiera causar.
"Rusia nunca enviaría a un hombre sin preparación al espacio", subrayó con respecto a Tito, que pagó 20 millones de dólares por el viaje, pasó por 900 horas de entrenamiento y servirá como operador de radio durante la expedición a la ISS.
Aunque en Moscú no se descarta que la misión tenga que ser pospuesta, en Baikonur la comisión confirmó que Tito volará junto con los cosmonautas Yuri Baturin y Talgat Musabayev.
Mientras tanto, la novia del empresario le deseó hoy buen viaje a través de un muro de cristal en la víspera de su partida desde Kazajstán. "Estoy muy orgullosa de él. Esta es una empresa riesgosa y responsable que requiere coraje", dijo Dawn Abraham a Itar-Tass durante la tradicional comparecencia ante los medios de los cosmonautas antes de partir en una misión.
Tito, de 60 años, mandó besos a su novia desde el otro lado de la pared de cristal que protege a la tripulación de infecciones.