SAN FRANCISCO.- Las aguardadas nuevas drogas para detener el cáncer cortando la irrigación sanguínea en los tumores han mostrado sólo ligeros beneficios en las primeras pruebas con pacientes terminales, aunque según los expertos podrían aún ser útiles.
Según información divulgada el domingo, las medicinas no representarán la cura trascendente del cáncer que algunos habían previsto.
Ninguno de los medicamentos redujo o hizo desaparecer los tumores como los médicos esperaban, incluso en las primeras pruebas con humanos. Pese a que las drogas mostraron un reducido efecto total, en algunas ocasiones podrían reducir o incluso frenar el crecimiento de un tumor, al menos temporalmente.
Los informes sobre tres de los medicamentos, descubiertos en el laboratorio del doctor Judah Folkman, fueron presentados durante un encuentro de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, en San Francisco.
Folkman, del Hospital Pediátrico de Boston, es pionero en la angiogénesis, que involucra la forma de combatir tumores con químicos que les impidan estructurar nuevos vasos sanguíneos.
Muchas medicinas de angiogénesis han sido probadas, pero las dos principales son la endostatina y la angiostatina, descubiertas en el laboratorio de Folkman por el doctor Michael O'Reilly. El descubrimiento generó entusiasmo en 1998, cuando algunos medios predijeron que derivaría pronto en una cura contra el cáncer.
Los nuevos datos sugieren que ello es improbable. La presentación del domingo fue la primera sobre pruebas humanas de la angiostatina y el Panzem, otro bloqueador de vasos descubierto por el equipo de Folkman.
"Los datos son alentadores pero no definitivos", dijo O'Reilly. "Hay información suficiente para sugerir que los inhibidores de angiogénesis serán usados en la medicina. Es sólo cuestión de determinar cuáles".
Edwardo de Moraes, médico de la Universidad Thomas Jefferson, probó la angiostatina en 19 pacientes con cáncer avanzado de colon, mama, ovarios, y cabeza y cuello. Sus tumores no desaparecieron, aunque en tres, dejaron de expandirse durante seis meses.
La doctora Kathy Miller, de la Universidad de Indiana, dijo que 24 mujeres con cáncer mamario avanzado tomaron Panzem, derivado de estrógenos. En algunas el cáncer se detuvo o aminoró, aunque los tumores no desaparecieron.
"Esto es muy alentador", dijo Miller. "Un padecimiento estabilizado con una terapia no tóxica representa un buen arreglo".
El doctor Roy Herbst probó la endostatina en el Centro M.D. Anderson en Houston, al igual que investigadores de la Universidad de Wisconsin y del Centro de Cáncer Dana-Farber en Boston. En cada sitio, uno o dos pacientes vieron frenada la extensión de sus enfermedades, aunque ésta continuaba.
En algunos pacientes, la droga parece detener el cáncer pero sólo en algunas partes del cuerpo. No obstante, las pruebas muestran que el flujo de sangre hacia los tumores decrece.
El siguiente paso probará estas drogas en gente con padecimientos menos avanzados, y las combinará con quimioterapia, radiaciones y tal vez con otros bloqueadores del crecimiento de los vasos sanguíneos. Ese uso a largo plazo mantendría al cáncer bajo control, sin curarlo.
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