LEESBURG.- Un servicio de la Internet que llega hasta el último rincón de la tierra fue puesto en operación el martes por los nuevos dueños de la red de satélites Iridium.
"Por primera vez, la Internet puede ser accesible desde cualquier parte del planetaa, incluyendo los océanos, las regiones polares y las cumbres de las montañas", dijo Gino Picasso, presidente ejecutivo de Iridium Satellite LLC.
Picasso representa al grupo de inversionistas que el año pasado se lanzó al rescate de Iridium, un consorcio multinacional que fracasó en su proyecto inicial de un servicio de telefonía celular satelital mundial.
El nuevo servicio de la Internet enfrenta la competencia de actores establecidos como Comsat, que ahora es parte de Lockheed Martin Corp., e Inmarsat, con dos décadas de experiencia en comunicaciones marinas y enlaces desde tierras remotas.
El servicio de Iridium dará acceso a la Internet a una velocidad de sólo 10 kilobytes por segundo, la quinta parte de la velocidad de los modems ordinarios que operan a través de líneas telefónicas.
Sin embargo, Iridium cree que puede brindar servicios valiosos de correo electrónico y transmisión de datos donde la competencia no puede llegar, dijo el director tecnológico de la compañía, Mark Adams.
"No estamos tratando de competir con la infraestructura telefónica existente", dijo Adams durante una demostración del servicio en la sede central de la compañía en Leesburg, Virginia.
Iridium tiene una constelación de 66 satélites de órbita baja operados por Boeing Co. para proveer servicios a cualquier parte del mundo.
La red fue vendida en diciembre pasado por sus antiguos propietarios encabezados por el gigante electrónico Motorola Inc. , después de que los altos costos de conexión y los incómodos aparatos producidos para el servicio hicieran caer el interés de los clientes hasta desencadenar una bancarrota.
Bajo su nueva administración, Iridium ha firmado ya un contrato para proveer servicios seguros de transmisión de datos para las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Iridium apunta ahora a los mercados de aerolíneas, empresas navieras, minas, complejos forestales, plantas petroleras y otras operaciones remotas, donde según analistas puede actuar con ventaja por tener una red con alcance mucho mayor que el de sus competidores.