WASHINGTON.- La NASA retomará la exploración de Mercurio con el envío el 2004 de una sonda espacial que, tras los cinco años que le tomará llegar, realizará la primer misión orbital alrededor de este inhóspito planeta, el más cercano al sol.
La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) dio el aval a la concepción de esta sonda, bautizada MESSENGER, sigla en inglés que corresponde a exploración de la superficie, espacio y geoquímica de Mercurio.
El lanzamiento se prevé para marzo de 2004. Demorará cinco años en llegar a la órbita de este planeta que sobrevolará durante un año a partir de abril de 2009, precisó el viernes la NASA.
MESSENGER llevará siete instrumentos de medida y de imagen (cámaras de filmación, altímetros láser, magnetómetro y varios espectrógrafos).
El objetivo de esta misión es estudiar el relieve, la composición y la estructura geológica de la corteza y del núcleo, así como la naturaleza de la actividad de la magnetosfera de este pequeño planeta, que hace la vuelta al sol en 88 días.
La misión se llevará a cabo en colaboración entre la NASA y el Laboratorio de Física de la Universidad John Hopkins de Laurel, Maryland. Costará 256 millones de dólares y, según Jay Bergstralh, de la división Exploración del Sistema Solar de la oficina de Ciencias del Espacio de la NASA, en Washington, "es la más compleja y la más difícil que hemos emprendido".
En 1974-75, la sonda Mariner 10 pasó cerca de Mercurio en tres ocasiones. Fotografías tomadas de cerca mostraron un planeta completamente inhóspito, muy parecido a la luna, con una superficie poblada de cráteres, algunos de los cuales tienen varios cientos de kilómetros de diámetro. El planeta se originó hace unos 4.600 millones de años.
Mercurio fue por mucho tiempo considerado sin interés por los investigadores. Mientras Marte y Venus, los otros planetas cercanos al sol, son bien conocidos por los científicos, Mercurio es aún un misterio.
"Esta será la ocasión de realizar una exploración detallada del sistema solar interior, en un planeta del que no hemos visto, hasta ahora, más que la mitad de la superficie", subrayó Sean Solomon, de la Carnegie Institution, en Washington.
La proximidad al sol y la débil gravedad generan en Mercurio una atmósfera poco significativa. Las temperaturas varía de 400 grados Celsius durante el día a 170 grados bajo cero en la noche.
Una vez en órbita, MESSENGER deberá afrontar estas temperaturas extremas. Sus instrumentos estarán protegidos por un escudo térmico, compuesto por el mismo material que protege el vientre de los transbordadores espaciales.