LOUISVILLE, EE.UU..- Un estadounidense que estaba al borde de la muerte recibió el primer implante de un corazón mecánico totalmente autosuficiente, un hito en la historia de la medicina.
Los cirujanos de la University of Louisville implantaron el corazón hecho de titanio y plástico el lunes en el Jewish Hospital, anunció el personal de ese centro de salud el martes.
"El paciente está descansando cómodamente", informó el hospital en un comunicado.
Los doctores Laman Gray y Robert Dowling, que habían practicado implantando el dispositivo del tamaño de una toronja en becerros, estuvieron a cargo de la cirugía. El hospital no dio mayor información sobre el paciente, de quien no se conoce ni siquiera el género.
Hay esperanzas de que el corazón experimental, fabricado por Abiomed Inc. de Danvers, Massachusetts, represente nuevas esperanzas para pacientes con problemas cardiacos.
Equipos de cirujanos en cinco hospitales habían sido entrenados para retirar un corazón natural e instalar en su lugar una bomba impulsada por energía eléctrica y diseñada para ajustarse en el pecho, sin tubos ni cables grandes que salgan por la piel.
El dispositivo, conocido como AbioCor, está diseñado para permitir al paciente seguir una vida productiva. Es considerado como un salto tecnológico respecto de los corazones mecánicos anteriores.
La energía que lo alimenta es enviada desde un paquete de baterías afuera del cuerpo por un cable delgado hacia un paquete de control y batería de respaldo.
David M. Lederman, presidente y director ejecutivo de Abiomed, dijo a principios de este año que la compañía había recibido la aprobación del gobierno para ejecutar al menos cinco pruebas en humanos con el corazón artificial. Si los experimentos resultan exitosos, más pacientes serían incorporados al proyecto en adelante.
Los personas seleccionadas deben ser pacientes de una enfermedad cardiaca crónica y progresiva que pueda causarles la muerte en 30 días, y tendrían que ser inelegibles para recibir un corazón humano.
La meta de los experimentos con el corazón, según Lederman, es "duplicar la vida de estos pacientes" a 60 días.
"Todos los pacientes morirán probablemente", dijo. "Necesitamos entender que, con esta nueva tecnología, podemos tener fallas".
Se busca también evaluar cómo el corazón mecánico móvil afecta la calidad de vida de dichos pacientes, que en su mayoría están tan enfermos que no pueden caminar ni cumplir su rutina de vida.
En la Internet:
AbioMed