SINGAPUR.- Científicos en Singapur han creado una vacuna, usando un gen del ácaro del polvo, que podría prevenir el asma en millones de niños.
Los diminutos ácaros son una de las causas más frecuente de reacciones alérgicas que provocan el asma en los niños, dijo el miércoles la profesora Chua Kaw Yan, de la Universidad Nacional de Singapur.
"Usamos este gen para educar al sistema inmunitario del huésped para que no desarrolle una reacción adversa", dijo.
Al detener la reacción alérgica, la vacuna erradica las posibilidades de que un niño desarrolle asma, lo que supone un gran avance, ya que no existe en la actualidad ningún medio de prevenir su comienzo.
"Es la primera vacuna genética del mundo para la prevención del asma alérgica. La estrategia es novedosa", dijo Chua.
Los niños pueden crecer sin la enfermedad, pero a menudo el asma continúa en la edad adulta. Los ataques graves pueden originar que los pacientes se ahoguen hasta morir debido a la constricción de las vías aéreas.
Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud, entre 100 y 150 millones de personas sufren asma en el mundo. Los números han ido creciendo paulatinamente.
Se calcula que entre un 15 y un 20 por ciento de niños pequeños están afectados por asma en Australia y Singapur.
Los médicos pueden tratar temporalmente los síntomas con medicamentos como los esteroides, pero estos deprimen el sistema inmunitario general del cuerpo y pueden afectar el desarrollo del niño.
Otra forma de controlar el asma a más largo plazo es insensibilizar el cuerpo a los alergenos desencadenantes por medio de un tratamiento de alrededor de 70 inyecciones en el transcurso de tres años.
Pero la técnica, conocida como inmunoterapia insensibilizadora, es costosa y de larga duración, es dolorosa y no se encuentra disponible en el sudeste asiático, dijo Chua.
Chua y su equipo han completado estudios con éxito de la vacuna en ratas y ratones y han obtenido una patente en Estados Unidos.
El equipo está buscando ahora socios comerciales para comenzar las pruebas en seres humanos en Estados Unidos, y cree que la vacuna genética, administrada en una sola inyección, podría tener la máxima eficacia cuando se administre a los niños menores de un año.