VIENA.- Un nuevo método para obtener pruebas rápidas que adviertan del riesgo de enfermar de cáncer de pecho en las mujeres o de próstata en los hombres ha sido desarrollado por un equipo de médicos y bioquímicos austríacos.
El nuevo procedimiento permite realizar, en dos horas de trabajo en laboratorio, toda una gama de exámenes que se basan en un análisis de las transformaciones individuales de determinados genes, explicó hoy a la prensa el jefe de la unidad de Endocrinología Ginecológica del Hospital General de Viena, Johannes Huber.
Las pruebas revelan la probabilidad de un individuo concreto de sufrir determinadas enfermedades, y los médicos de Viena han sido los primeros del mundo en especializar sus investigaciones en la ginecología y urología.
El objetivo no consiste en averiguar el riesgo heredado, subrayó Huber, sino, por ejemplo en el cáncer de mama, de aquel 95 por ciento de los casos en los que la inclinación a la enfermedad surge "espontáneamente" por una transformación individual de los genes, sin antecedentes familiares.
Puede tratarse, por ejemplo, de variantes genéticas que llevan a un nivel alto de estrógeno en el tejido del pecho femenino y que por lo tanto hacen aumentar el peligro de que se creen tumores malignos.
Estas exploraciones ya eran posibles en el pasado pero resultaban caras y complicadas y había que realizarlas una por una para cada enfermedad, mientras que ahora se dispone, con sólo una prueba de sangre, de un espectro de resultados sobre un mayor número de enfermedades en poco tiempo.
El procedimiento consiste en contrastar, en una placa de silicio, los genes contenidos en los linfocitos de la persona que se somete a la prueba con una muestra de genes que implican determinados riesgos, y averiguar mediante un método de fluorescencia a base de rayos láser dónde coinciden los genes.
Los "chips de genes", por ejemplo del tipo "Femsensor" desarrollado en Viena, incluyen 27 pruebas diferentes: diez se utilizan para desarrollar una terapia de sustitución de hormonas para mujeres después de la menopausia, siete para determinar los riesgos de complicaciones en el embarazo y otras diez, para determinar un peligro elevado de cáncer de pecho.
El "chip" inventado para pacientes masculinos, el "Androsensor", contiene una serie de exámenes parecidos para ambos sexos pero también investiga el riesgo de un hombre de enfermar de cáncer de próstata.
Según explicaron los miembros del equipo científico, estos exámenes abren nuevas perspectivas de profilaxis y permiten adaptar las estrategias de prevención y terapias al individuo.
Por ejemplo, en el caso de una mujer que tiene un nivel de estrógeno elevado, se puede reducir la dosis en la terapia de sustitución hormonal o prescribir alternativas a base de plantas.
A otras se les aconsejará reducir el nivel de hormonas con un entrenamiento consecuente de por lo menos cuatro horas de actividad deportiva a la semana para reducir el riesgo de cáncer de pecho.
Los médicos destacaron la gran importancia de las medidas preventivas en las pacientes que corren un peligro elevado de sufrir esta enfermedad, aún antes de caer enfermas, dado que el cáncer de pecho en su fase inicial es curable en un 90 por ciento o más de los casos.
A los hombres les podría ayudar una profilaxis farmacéutica contra el cáncer de próstata en la que se administre vitamina E o selenio, procedimiento que se aplica actualmente en un experimento llevado a cabo en Estados Unidos con un grupo de más de 30.000 pacientes y del que se espera una disminución del riesgo en un 60 por ciento.