NUEVA YORK.- Prozac, el antidepresivo más famoso del mundo, será reemplazado por la simple fluoxetina el jueves a medianoche, una copia genérica y menos cara que estará a la venta en los próximos días en Estados Unidos y que recibió la aprobación de las autoridades federales.
La Administración federal estadounidense para el control de Medicinas y Alimentos (FDA) autorizó de manera definitiva la tarde del jueves a Barr Laboratories, fabricante de medicamentos genéricos, a vender desde agosto del 2001 sus millones de copias de Prozac en los grandes mercados de la salud del mundo.
Tras años de pelea, Barr Laboratories comenzó de inmediato a distribuir la copia genérica, que estará al alcance de los consumidores "en los próximos días". Costará alrededor de un tercio menos del valor del Prozac.
"Millones de consumidores estadounidenses comenzarán a ver beneficiadas sus economías y varios otros millones podrán tener acceso a una versión menos cara del Prozac, al que de otro modo habrían tenido que renunciar a causa de su alto precio", afirmó Bruce Downey, presidente del grupo farmacéutico.
Eli Lilly, el laboratorio que inventó el Prozac, luchaba por mantener la validez de su patente hasta el 2003.
La fluoxetina es el nombre científico del agente activo del Prozac, que actúa sobre el metabolismo de una sustancia implicada en la transmisión entre las células nerviosas, la serotonina.
Esta permite combatir los efectos de la depresión, una enfermedad tan extendida que afecta a 1 hombre de cada 10 y a 1 mujer de cada 5 durante la vida, según el sitio internet especializado Doctissimo.com.
El Prozac fue adoptado con entusiasmo porque no implica riesgos de dependencia y provoca menos efectos secundarios que los medicamentes existentes.
En total, 38 millones de personas tomaron Prozac desde su introducción en el mercado en 1986 en Bérgica y dos años más tarde en Estados Unidos, según un cálculo del "Financial Times".
Eli Lilly ha sido criticado por haber logrado crear un medicamento de bienestar y gracias a una estrategia de mercado muy agresiva, convertirlo en un "blockbuster", medicamento cuyas ventas superan el millar de dólares por año.
Prozac se sitúa en el grupo de tres escasos medicamentos cuyos nombres se han convertido en términos genéricos, junto a la Aspirina, de la alemana Bayer, o Viagra -medicamento contra los problemas de erección- de Pfizer.
Eli Lilly trató en vano de ampliar la patente del Prozac, que le significó ingresos por 2.600 millones de dólares en ventas en el año 2000, un cuarto del volumen de negocios total del grupo.
En Gran Bretaña, donde el Prozac entró al dominio público el año pasado, la cifra de negocios bajó en 80%, a beneficio de las copias.
El laboratorio quiere ahora apelar ante la Corte Suprema de EE.UU..
Mientras tanto, el presidente de Eli Lilly, Sidney Taurel, no cae en la depresión y augura el futuro éxito de Zovant, un antisepticémico que debe salir al mercado en el 2002 y del Forteo, una medicina destinada a luchar contra la osteoporosis.
Pero, ha prometido que su compañía no volverá a depender de un sólo medicamento.
Eli Lilly logró con éxito reciclar al Prozac -y garantizarse una patente y por tanto, una exclusiva- al venderlo bajo el nombre de Sarafem para luchar contra los síntomas pre-menstruales severos, que según el grupo, afecta a tres millones de mujeres en Estados Unidos.