LONDRES.- En Gran Bretaña los consumidores tendrán que usar sus impresiones digitales para completar el pago de las compras cuando usen tarjetas de crédito.
Algunas tiendas de la ciudad de Birmingham, al noroeste de Londres, y el condado de Sussex, al sur del país, ya están practicando la técnica para combatir los fraudes.
En un esquema piloto, las tiendas le piden a los consumidores, que compran con cheque o tarjetas de crédito, que coloquen la impresión digital en el verso del documento -con una tinta indeleble, a base de agua-. El objetivo es utilizar la impresión dactilar para comparar los datos en caso de estafa.
Los organizadores garantizan que el sistema no llevará a la creación de un banco de datos de impresiones digitales y que los recibos de las transacciones serán distribuidos regularmente. Pero, si la transacción es fraudulenta, los documentos podrán ser entregados a la policía para identificar a los responsables por el crimen.
Los responsables por el esquema garantizan que, por el momento, el sistema es voluntario. Pero en el caso que el cliente se rehúse a colaborar, la tienda puede exigir el cancelamiento en dinero.
Uno de los mayores problemas enfrentados por el comercio y por las administradoras de crédito en todo el mundo es la clonación de las tarjetas.
Pequeños equipamientos permiten copiar ilegalmente los datos grabados magnéticamente, los que posteriormente son fácilmente transferidos a las tarjetas falsas.
Otra propuesta que surge en Gran Bretaña es la introducción de tarjetas con chips electrónicos, dificultando el método de clonación de datos magnéticos.
