MADRID.- Los pre-neanderthales europeos podían hablar, aunque con más dificultades que los humanos actuales, según los científicos españoles que investigan en los yacimientos de Atapuerca, unos de los más importantes del mundo para el estudio de la evolución de los homínidos.
Se trata de la primera vez que se logra demostrar la existencia de un aparato fonador intermedio en los homínidos antecesores de los neanderthales, explicaron a la prensa los paleoantropólogos españoles Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez, cuyo trabajo se basa en el estudio del "Cráneo 5", hallado en las excavaciones de Atapuerca, en la norteña provincia de Burgos.
Este cráneo es el más completo encontrado en el registro fósil del Pleistoceno Medio español y es el único que aún conservaba un martillo, un yunque y un estribo, los tres huesos más diminutos del cuerpo humano, contenidos en el oído.
Debido a que también posee los huesos que soportan la laringe, se ha podido demostrar que los hombres de hace 300.000 años podían pronunciar vocales, en concreto la "a", la "i", y la "u", aunque de forma lenta y poco clara, datos que ya se han enviado a la revista internacional Anatomical Record para su publicación.
"Este sistema de comunicación oral, puede considerarse ya humano, puesto que los homínidos eran capaces de pronunciar sonidos imposibles para los chimpancés", afirmó Martínez.
Según el experto, el estudio de los vocales "es un problema de física acústica, que se estudia desde la década de los años cincuenta, y se basa en el aparato fonador, fundamentalmente la garganta, a partir de cuyas diferencias podemos saber qué notas eran capaces de crear".
Para Luis Arsuaga, la confirmación de la existencia de este aparato, intermedio en el desarrollo del lenguaje humano, refuerza la teoría de que "tanto la evolución de la inteligencia humana, como la de emisión de sonidos, se produjo de forma progresiva y no surgió de manera espontánea, como han sostenido muchos investigadores".
Con este hallazgo, se ha conseguido tener una evidencia fósil de que no sólo existen dos tipos de aparatos fonadores, uno de los chimpancés y otro de los primates en general, sino también una situación intermedia tanto anatómica como funcional entre ambos.
Arsuaga, jefe del equipo de investigación de Atapuerca, enfatizó que este hallazgo no demuestra que los homínidos de hace 300.000 años poseyeran un lenguaje completo como el actual, ya que éste se realiza con la utilización de símbolos y gestos para llevar a cabo la comunicación.
Por otra parte, Arsuaga avanzó que se están llevando a cabo negociaciones para crear un centro de referencia mundial sobre ADN fósil, y que el próximo otoño comenzará una línea de investigación sobre este tema.
El objetivo sería no sólo estudiar ADN fósil procedente de todos los lugares del mundo, sino también investigar sobre el origen y la evolución humana, así como tratar de secuenciar ADN en restos de más de 100.000 años, algo que todavía no se ha podido lograr.
Las excavaciones en Atapuerca comenzaron en 1976 y desde entonces se han encontrado restos de más de 800.000 años de antigüedad, lo que hace creer a algunos expertos que la presencia de homínidos en Europa se remonta a más de un millón de años.
El análisis de los restos de Atapuerca han demostrado que los homínidos primitivos eran mucho más fuertes que los actuales, medían cerca de 1,80 metros y pesaban casi 100 kilos, y han permitido conocer detalles sobre la forma de vida de esos primeros pobladores.
El yacimiento de Atapuerca fue declarado el año pasado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y el equipo que investiga sus restos recibió en 1997 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.