WASHINGTON.- El gigante informático Microsoft apeló hoy al Tribunal Supremo de Estados Unidos contra el fallo judicial que lo ha definido como un monopolio por su control sobre el mercado de ordenadores.
La empresa que preside Bill Gates ha presentado la apelación dos días antes de la fecha en que el caso debía pasar a un nuevo tribunal, que tenía que decidir sobre la multa que se iba a imponer a Microsoft.
En junio pasado, un tribunal de apelaciones de Washington anuló el fallo que obligaba a dividir la compañía, pero mantuvo que ésta incurrió en prácticas monopolísticas y devolvió el caso a una corte menor para que le imponga la multa.
La semana pasada, ese mismo tribunal de apelaciones rechazó reconsiderar su decisión de que Microsoft trató de proteger su monopolio en el mercado al hacer depender, de forma ilícita, su navegador por Internet Explorer de su sistema operativo Windows.
Microsoft tenía, sin embargo, la posibilidad de recurrir al más alto tribunal de Estados Unidos, lo que finalmente hizo hoy, martes.
En su petición, la empresa informática reclama además al tribunal de apelaciones de la capital estadounidense que no tome ninguna determinación hasta que el Supremo decida si acepta o no el caso.
También pide que sea desestimado por completo el fallo original del juez Thomas Penfield Jackson, por entender que el magistrado tenía prejuicios contra la empresa.
La maraña legal del caso Microsoft se remonta a 1998, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda contra el gigante informático, junto a otros 18 estados, por su supuesto monopolio en el mercado y por utilizar tácticas desleales con sus competidores.
En 2000, el juez Jackson dictaminó que la empresa empleó prácticas ilegales para aumentar su dominio en el mercado y ordenó la división de la compañía en dos: una dedicada a la producción de Windows y otra para aplicaciones de ordenadores.
Pero, el 28 de junio pasado, el Tribunal Federal de Apelaciones del Distrito de Columbia anuló el fallo de Jackson que ordenaba la división de Microsoft y descalificó al magistrado autor del veredicto.
Esa corte decidió que Microsoft integró de forma ilegal, y de forma prácticamente irreversible, su navegador de Internet Explorer en su sistema operativo Windows, que utilizan el 90 por ciento de los ordenadores en todo el mundo.
Esta es la segunda vez que el caso Microsoft será analizado por el Tribunal Supremo de EE.UU.
El año pasado, el Gobierno recurrió al alto tribunal para sobrepasar el cauce de los tribunales de apelaciones y para que fuese el Supremo el que analizase rápidamente el caso, pero esta corte rechazó la petición.
Varios analistas opinan que la apelación presentada hoy por Microsoft ante el Supremo responde a una táctica dilatoria de la compañía, ante la próxima salida al mercado de su sistema Windows XP, y opinan que el alto tribunal no aceptará el caso.
Abogados del Gobierno aseguran que el nuevo sistema reproduce gran parte de las características que son susceptibles de incurrir en ilegalidades, por lo que Microsoft querría asegurarse de que sale al mercado antes de que haya un nuevo fallo judicial.