TORONTO.- Investigadores de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) han conseguido por primera vez que células "madre" adultas, procedentes de la piel en vez de la vía embrionaria seguida hasta ahora, se transformen en células de un tejido diferente del que proceden.
La células "madre" troncales conseguidas por los investigadores canadienses en la piel de ratones y humanos, denominadas "precursores derivados de piel" o SKP, fueron transformadas posteriormente en neuronas y otros tipos de células, según el estudio publicado hoy, lunes, en la revista "Nature Cell Biology".
La importancia del descubrimiento radica en que su hallazgo proporciona otra vía para tener células para la investigación, diferente a las células "madre" embrionarias, que han suscitado la polémica.
Los trabajos previos de otros científicos habían concluido que las células troncales adultas tienden a convertirse en células del mismo tejido del que proceden haciendo imposible su transformación según las necesidades de los investigadores.
Numerosos investigadores habían señalado que las células adultas, con ofrecer posibilidades, no son tan versátiles como las embrionarias, que pueden dar lugar a cualquiera de los más de 200 tipos de tejido que tiene el cuerpo humano.
El trabajo de la Universidad McGill muestra que también las células adultas podrían llegar a tener el mismo potencial que las embrionarias.
La razón por la que los doctores Freda Miller y Jean Toma -los principales autores del descubrimiento- investigaron las posibilidades de las células SKP es que la piel, como la sangre, se regenera rápida y regularmente.
Miller y Toma se centraron en las células de la segunda capa de la piel, la dermis, porque ahí se sitúan las células que transmiten sensaciones al cerebro y que tienen la capacidad de regenerarse después de su destrucción.
Tras una serie de pruebas en varias docenas de ratones, los investigadores reprodujeron sus experimentos con células procedentes del cuero cabelludo humano.
Las muestras de piel fueron seccionadas y se les añadió un cóctel de enzimas para separar las células de otro material no deseado.
La masa celular resultante fue colocada en un frasco de cultivo donde las células empezaron a multiplicarse y dividirse.
Después se las expuso a la acción de varias proteínas para comprobar su disposición a ser transformadas en otro tipo de células.
El resultado fueron neuronas, tejido muscular blando y células de grasa.