LONDRES.- Las "cookies", como se denominan a sencillas identificaciones digitales que muchas personas utilizan inadvertidamente cuando navegan por la Internet, corren el riesgo de ser anuladas, si prospera un proyecto de ley europea sobre privacidad.
La norma ha provocado preocupación entre las compañías europeas de publicidad en la Internet.
La filial de la Oficina de Publicidad Interactiva (OPI) en el Reino Unido dijo que las compañías británicas podrían perder 187 millones de libras esterlinas (272,1 millones de dólares) si la norma es ratificada.
"Las 'cookies' han sido señaladas como herramientas de espionaje, como una clase de software subversivo (...) pero es lo que usamos todos los días", dijo Danny Meadows-Klue, presidente de la OPI en el Reino Unido.
La OPI ha ganado apoyo de sus miembros en toda Europa para lanzar una campaña de gestiones de alto nivel llamada "Salvemos nuestras cookies".
Meadows-Klue admitió que el nombre de la campaña suena un poco infantil, pero dijo que las consecuencias de la norma que considera la Unión Europea son serias, incluyendo pérdida de puestos de trabajo en el ya golpeado sector empresarial de la Internet.
El ejecutivo de publicidad sostuvo que la abolición de las "cookies", una tecnología que data de los primeros programas de la Internet y fue introducida por los programas de navegación, podría tener un impacto adverso en el comercio electrónico y en la publicidad "online", que son las principales fuentes de ingresos de las compañías de la Internet.
El proyecto de ley que ya está en el Parlamento Europeo dice que las "cookies" son una amenaza a la privacidad de los consumidores, porque recogen datos personales sin consentimiento.
Una memoria en la red
Expertos en computación dicen que las "cookies" son una pieza esencial de la arquitectura de navegación en la Internet, pues constituyen una tecnología que permite el almacenamiento de información de identificación básica en el navegador de un usuario sobre los sitios visitados.
Al mismo tiempo, las "cookies" facilitan una función de memoría para los sitios de la Internet, permitiendo, por ejemplo, que una empresa como Amazon.com salude por su nombre a un visitante frecuente y haga recomendaciones en base a compras anteriores.
Los operadores de sitios en la Internet analizan regularmente grandes cantidades de datos de las "cookies" para determinar cuáles son las secciones más visitadas por los consumidores.
Los sitios de noticias, por ejemplo, pueden utilizar los datos de las "cookies" para determinar dónde ubicar una noticia en base a preferencias detectadas entre los usuarios.
Los datos son revisados también para decidir cuáles son los sitios más efectivos para colocar determinada publicidad.
Cookie: ¿Amiga o enemiga?
Pero el conflicto sobre las "cookies" se refiere a que éstas a menudo almacenan datos sin una aprobación explícita de los usuarios.
La Comisión Europea ha estado debatiendo si los individuos deberían tener la última palabra, o la posibilidad de "opt in" (elegir ser incorporados) en los sistemas de recopilación de datos.
La votación sobre la propuesta está programada para el 13 de noviembre en el plenario del Parlamento Europeo y si el voto es favorable el proyecto pasará al Consejo de Ministros de la Unión Europea para la aprobación final.
Según el parlamentario holandés W.G. van Velzen, las "cookies" constituyen una tecnología que "puede entrometerse seriamente en la privacidad de los usuarios".
"El uso de tal tecnología debería ser prohibido a menos que se obtenga de los usuarios un consentimiento explícito, bien informado y libre", añadió Van Velzen.
Meadows-Klue, en cambio, dijo que un mundo sin "cookies" sería un freno a la Internet, pues cada usuario tendría que registrarse repetidamente cada vez que visita un sitio.