PARÍS.- El consumo de cannabis favorece la formación y el desarrollo de los cánceres de bronquios, boca, faringe, esófago y laringe, según los resultados de un estudio del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia (INSERM) divulgados hoy.
En el trabajo del INSERM, que ha consistido en la síntesis de unos 1.200 estudios realizados por expertos de diversas disciplinas, se explica que el riesgo de cáncer se debe al hábito de consumir el cannabis con tabaco o de fumarlo puro en forma de marihuana.
Un canuto de cannabis contiene 50 miligramos de alquitrán, mientras que un cigarrillo lleva 12 miligramos, y la concentración de productos cancerígenos del alquitrán es también más importante, afirman los autores del compendio de estudios.
Hay una sustancia abundante en las distintas variedades de cáñamo indio del que se obtiene el cannabis (la D9-THC) que tiene un efecto de dilatación de los bronquios que puede "favorecer la retención de alquitrán en la boca, la faringe, el esófago y la laringe", de acuerdo con los análisis de los toxicólogos.
Estos científicos han constatado experimentalmente que las células pulmonares de los animales o las personas se vuelven malignas cuando se las expone al humo del cannabis.
Los expertos reconocen que resulta difícil demostrar un eventual vínculo de causa efecto entre el uso de esta droga y la aparición de problemas de salud, "en particular porque el producto es ilícito en la mayor parte de los países".
El INSERM también incluyó en su estudio un resumen de encuestas que muestran que cada vez es mayor la proporción de adolescentes y jóvenes que han fumado alguna vez marihuana.
Mientras en 1993, un 12 por ciento de los adolescentes franceses de 15 y 16 años decían que ya habían probado alguna vez esta droga, la proporción había subido al 35 por ciento en 1999.