SAN FRANCISCO.- Napster presenta hoy, jueves, una versión de pruebas de su nuevo servicio que cambia radicalmente la filosofía que convirtió la compañía en el sitio de internet más popular: ni es accesible para todo el mundo ni ofrece un número ilimitado de canciones.
De momento, sólo 20.000 usuarios forman parte de la última fase de pruebas del nuevo Napster, un servicio para compartir archivos musicales en formato MP3 que llegó a tener 60 millones de usuarios en su momento cumbre a principios del 2001.
Además los 20.000 usuarios sólo tendrán acceso a poco más de 100.000 canciones procedentes de artistas independientes que han dado su consentimiento a la compañía para poner su música a disposición del público.
Todas estas limitaciones plantean dudas sobre el futuro de la compañía especialmente cuando existen otros servicios similares al original Napster en los que los usuarios de Internet pueden intercambiar canciones sin limitaciones.
Tras la batalla judicial que enfrentó a Napster -la creación del estudiante Shawn Fanning- con la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA) a partir de 1999 y que ha provocado la desconexión de Napster de Internet en los últimos seis meses, la compañía ha buscado cómo resucitar.
El nuevo servicio que se pone a prueba hoy es el anticipo del Napster definitivo que el director ejecutivo de la compañía, Konrad Hilbers, espera que esté en funcionamiento al final del primer trimestre de 2002, con la bendición de las mismas compañías discográficas que provocaron su cierre hace medio año.
Según Hilbers, Napster ofrecerá legalmente música de las cinco grandes compañías discográficas una vez que concluyan las negociaciones que mantienen para conseguir los derechos de venta.
De momento, Napster firmó en junio un contrato exclusivo con MusicNet, uno de los dos mayores sistemas de suscripción musical existentes y que le garantiza canciones de tres de las cinco grandes discográficas, Warner Music, BMC y EMI.
Napster planea cobrar a los usuarios una cuota mensual de entre 5 y 10 dólares lo que permitirá copiar alrededor de 50 canciones.
Los archivos disponibles en el nuevo Napster serán los ya clásicos MP3 así como los del nuevo formato .nap, canciones MP3 a los que se les ha añadido una protección para evitar su distribución a través de Internet o su grabación en discos compactos.
Estas características sin duda satisfacen las demandas de las grandes compañías discográficas de Estados Unidos y los requisitos impuestos por la juez Marilyn Hall Patel que finalmente dio la orden de desconexión cuando Napster no fue capaz de controlar la distribución de música a través de su servidor.
La duda está en si los usuarios se mostrarán convencidos de las bondades del nuevo Napster.
Por un lado programas como Freenet, Gnutella, Morpheus o WinMX ofrecen prácticamente el mismo servicio que el original Napster de forma gratuita.
Además, estos programas permiten compartir no sólo música MP3 sino cualquier archivo guardado en el sistema del usuario, lo que multiplica sus capacidades.
Y, por su estructura descentralizada frente a la de servidor central de Napster, es muy difícil que una orden judicial o la acción de la industria discográfica puedan desconectar todos estos servicios de canje de archivos.
Napster también se tiene que enfrentar con la realidad que no es la única que ofrecerá de forma legal y por una cuota mensual, música a través de Internet ya que empresas tan populares como Yahoo o American On Line tienen previsto lanzar servicios de suscripción.
Para luchar contra sus competidores legales, Napster ha mejorado las funciones de su programa gracias a los cerca de 100 millones de dólares que la empresa alemana Bertelsmann ha inyectado a la compañía desde que se hizo con una participación en la compañía en el 2001.
Entre las funciones mejoradas hay mensajería instantánea, un reproductor de canciones, fórum para conversaciones y un botón para facilitar la compra de música en CDNow.com, un lugar de Internet propiedad de Bertelsmann.