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Desarticulan red pedófila en Internet

Nueve personas han sido detenidas, entre ellas un sacerdote español de 31 años, acusados por posesión e intercambio de imágenes de pornografía infantil obtenidas a través de Internet.

13 de Febrero de 2002 | 17:11 | EFE
MADRID.- Nueve personas han sido detenidas en España, Argentina y México, entre ellas un sacerdote, en una operación policial que ha permitido desarticular una red de pornografía infantil a través de Internet, informaron hoy en Madrid fuentes policiales.

Según confirmó a EFE el Obispado de Coria-Cáceres, en Extremadura, el párroco de Casares de las Hurdes, I.L.O., de 31 años, fue detenido la semana pasada en el marco de esta operación y se encuentra en prisión preventiva acusado de posesión e intercambio de imágenes de pornografía infantil obtenidas a través de Internet.

La Dirección General de la Policía precisó en una nota que la operación, denominada "Asterisco", permitió la detención de cuatro personas en España -Barcelona, Madrid, Cádiz y Cáceres (el cura)-, cuatro en Argentina y un menor en México.

Los detenidos en Argentina son M.W.Y., de 31 años, J.E.C., de 44, G.A.N., de 36, y C.N.R., de 50, mientras que el menor arrestado en México de 15 años responde a las iniciales J.M.C.

En España, los detenidos, según la Policía, responden a las siguientes iniciales: I.L.O., de 31 años, A.G.B.L., de 51, O.G.G., de 28 y D.J.D., de 32.

Los detenidos han ingresado en prisión excepto el menor, quien lo hizo en un correccional y que, según la policía, vendía discos compactos con material de pornografía infantil.

Todos ellos están acusados de delitos relativos a la prostitución y la corrupción de menores de acuerdo con las pruebas obtenidas.

La operación, que continúa abierta, se inició a mediados del año pasado una vez que la Brigada de Investigación Tecnológica de España descubrió una importante red de intercambio, distribución y promoción de pornografía infantil y agresiones sexuales a menores a través de Internet usando diferentes protocolos y sistemas de comunicación.

Estas investigaciones iniciadas en España llevaron a conexiones con otros países de habla hispana y concluyeron el pasado mes de enero, cuando la Policía española, la Federal Argentina y la Agencia Federal de Investigación de México detuvieron a nueve personas y se practicaron doce registros.

En los mismos se ha incautado nueve ordenadores de sobremesa completos, uno portátil, gran cantidad de discos compactos y otros soportes con ficheros digitales de material pornográfico pedófilo, diversas cintas de vídeo con contenido similar y una pistola con cargador y cartuchos que poseía el menor detenido.

La red desmantelada en la operación "no sólo acaparaba los más populares servicios de distribución de pornografía infantil (comunidades, sitios web y contenedores virtuales) en el ámbito hispanoamericano, sino que reunía a agresores sexuales de menores que comentaban e intercambiaban sus experiencias", según la Policía.

Este extremo, según la citada fuente, ha sido confirmado en su declaración por uno de los detenidos en España.

La importancia de esta operación radica para los investigadores en la extrema dificultad de las operaciones, la existencia, en algunos casos de agresiones sexuales a menores y la especialización de los miembros de la red.

La Policía destaca la complejidad derivada de los aspectos técnicos y los distintos procedimientos para obtener el anonimato y la fluida coordinación entre las policías de Argentina, México y España y otros países en los que aún se mantiene abierta la operación, además de la actuación judicial.

También subraya el hecho de que se haya acreditado, por la declaración de uno de los detenidos, la existencia de agresiones sexuales a menores y señala que los miembros de la red que han manifestado haber abusado sexualmente de éstos intercambiaban sus tácticas, estrategias y sus experiencias.

La red estaba especializada de tal forma que unos creaban sitios web con accesos restringidos, otros mantenían listas de distribución de correo y algunos establecían "almacenes virtuales".

Mientras, otros creaban las llamadas "comunidades" y el resto rastreaba Internet recopilando "cantidades ingentes" de material gráfico que después era redistribuido a través de correo electrónico a los miembros de la organización.
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