WASHINGTON.- Científicos de la Universidad de Florida desarrollaron una vacuna contra el SIDA para gatos, que podría estar disponible a partir de este verano, dijeron hoy los investigadores.
La vacuna previene en estos animales el contagio por el Virus de Inmunodeficiencia Felina, VIF, muy similar al VIH que, en los seres humanos, causa el SIDA.
El departamento de Agricultura aprobó su uso comercial y la vacuna debe ser administrada por veterinarios. La vacuna es fabricada por Fort Dodge Animal Health, una división de la industria farmacéutica Wyeth, de Nueva Jersey.
"Este es el primer producto que está disponible para prevenir la infección viral", ha declarado el portavoz del departamento de Agricultura, USDA, Jim Rogers.
El Virus de Inmunodeficiencia Felina, VIF, tiene muchas similitudes biológicas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana que causa el SIDA, por lo que los investigadores confían en que esta vacuna pueda servir para encontrar otra que sea eficaz para las personas, según informó hoy la Universidad de Florida en un comunicado.
El VIF ataca el sistema inmune de los gatos y les causa una enfermedad similar al SIDA. Se cree que entre el 2 y el 25 por ciento de la población mundial felina está afectada por este problema, según afirmó el USDA.
Janet Yamamoto, la investigadora que ha liderado el equipo que desarrolló la vacuna, afirmó que la infección de los gatos se produce a través de heridas contraídas en las peleas y pugnan que sostienen los felinos, lo cual indica que la enfermedad está más extendida entre los animales callejeros que entre los domésticos.
"Hasta ahora no hay constancia de que hayan existido casos de transmisión de la enfermedad de gatos a personas, aunque estamos estudiando esa posibilidad", dijo la investigadora.
Los gatos que contraen la enfermedad desarrollan tres fases en la evolución de la dolencia.
En la primera fase, que es de tipo agudo, según Yamamoto, el gato muestra pérdida de apetito, fiebres, letargo, y su sangre presenta un número muy bajo de glóbulos blancos.
Algunos gatos se recuperan en esta primera etapa, pero se convierten en portadores de la enfermedad de por vida.
La segunda fase apenas presenta síntomas, pero, en la tercera, se produce un extremado debilitamiento de su organismo y cualquier enfermedad que contraigan se convierte en difícil de tratar.
La vacuna se ha obtenido a partir de virus debilitados de unos gatos a los que se denomina "sin progresión a largo plazo", animales que aunque están infectados con el VIF no desarrollan los síntomas propios del problema hasta mucho después.
La vacuna se considera válida para cualquier animal en todo el mundo, ya que se ha obtenido a partir de dos cepas de virus procedentes, una de EE.UU., y la otra de Asia.